- Fue ingresado al hospital de Puntarenas
Redacción – Un hombre, en apariencia conductor de uno de los carros de la empresa Dos Pinos, fue asaltado mientras trabajaba y tuvo que continuar su viaje con un cuchillo incrustado en el abdomen, producto de la aparente agresión.
El herido fue asaltado en las cercanías del Río Jesús María y pidió auxilio cuando pasaba por Caldera. Incluso, pidió que recogieran el vehículo en el centro médico.
En las imágenes se muestra al hombre, muy sudado y desesperado, que se graba a él mismo mientras le pide ayuda a sus compañeros, pues estaba mal herido, pero no quería detener su rumbo.
El chofer -cuya identidad no trascendió- pide que le den un mensaje a su familia.
«Díganle a mi mujer y a mi hija que las amo mucho, por favor», dijo entre lágrimas.
La información preliminar indica que el vídeo lo compartió en un grupo de WhatsApp donde están sus compañeros de trabajo para pedir ayuda.
Además, se maneja la versión de que los criminales querían robarle el vehículo, por lo que él no quiso detenerse.
La supuesta víctima ingresó con un fuerte sangrado al Hospital Monseñor Sanabria en Puntarenas para brindarle atención médica.
Evidentemente es una víctima de asalto. No una supuesta víctima. Casos como este me generan una sensación de tremenda inseguridad y frustración. Como es posible que este pobre trabajador con familia y que genera producción al país, recorra más de diez kilómetros por la 27 sin recibir ningún tipo de auxilio hasta llegar por sus propios medios al hospital?
No imagino que hubiera pasado si la herida hubiese comprometido órganos vitales o si los delincuentes lo hubieran seguido para eliminarlo.
Es frustrante contar con un gobierno que asfixia a los trabajadores con impuestos y no se preocupa por su seguridad.
Cómo yo lo veo, este padre y esposo trabajador no sólo ha sido víctima de los delincuentes que lo asaltaron, si no que además es víctima de un gobierno totalitario y parásito del trabajo honesto de los ciudadanos.
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