Redacción – Una triste imagen que viaja por las redes sociales refleja la realidad de la caza de animales: Un ciervo bebé se recostó apoyado en un venado de práctica de caza, pues lo confundió con su mamá.
Lo más lamentable es que muchos de los cazados dejan crías indefensas que no logran sobrevivir, pues no tienen protección, refugio ni alimento. Esto perjudica el desarrollo común de la naturaleza.
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Se cree además que la madre del venado ya no volverá porque murió en las manos de un cazador, por lo que ese pequeño no lograría sobrevivir.
Algo que indigna a las organizaciones activistas es que los hombres ya no cazan por necesidad. Ahora es por deporte, pasatiempo o placer.
Se estima que solo el 11% de los ciervos asesinados por cazadores fallecen después de haberles disparado dos o más veces. El resto, sufre porque agoniza por 15 minutos o más.
