- Profesionales en nutrición brindan recomendaciones para contrarrestar gasto energético
Redacción- De acuerdo a su peso, la distancia recorrida y su organismo en general, un romero puede consumir hasta 1700 calorías (kcal) en su peregrinación hacia la Basílica de los Ángeles en Cartago.
El Doctor Stiff Masís, vicepresidente del Colegio de Profesionales en Nutrición de Costa Rica (CPNCR) explica que “si una persona pesa entre 60 y 80 kilogramos (kg) y camina cinco kilómetros (km), su gasto calórico será de entre 300 y 400 calorías”.
Mientras que si recorre 10 kilómetros, gastará entre 600 y 850 kcal y entre 900 y 1200 kcal si camina 15 kilómetros. Por su parte, quienes pesen entre 80 y 110 kg, gastarán hasta 1700 kcal si peregrinan 15 kilómetros.
Por esta razón, la Dra. Cinthya Rodríguez, representante del Colegio recomienda a los costarricenses que realizarán la tradicional caminata que “se hidraten bien desde el día anterior y consuman alimentos ricos en carbohidratos (como pastas, arroz, cereales) para lograr tener suficientes reservas de glucógeno en los músculos, que van a aportar la energía necesaria para el esfuerzo físico que van a realizar”.
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También se debe evitar consumir alimentos altos en grasa y carnes rojas días antes, porque son más difíciles de digerir. Esta preparación puede ayudar incluso a prevenir los malestares musculares y gastrointestinales que algunas personas presentan durante el recorrido.
El día de la romería, se sugiere desayunar alimentos nutritivos como gallo pinto, huevos y frutas y almorzar arroz, frijoles, carne (se recomienda pescado) y vegetales. Durante el recorrido, los peregrinos deben hidratarse regularmente, para reponer los electrolitos que pierde durante la caminata.
Las personas que están deshidratadas presentan mareos, calambres musculares y hasta problemas renales. Lo ideal es tomar bebidas como el agua de pipa o bebidas hidratantes comerciales.
Es importante consumir meriendas livianas que aporten energía como por ejemplo barritas de cereal, frutas como el banano, por su aporte de potasio; frutos secos como las almendras, emparedados de mantequilla de maní, yogurt o una cajita de leche pequeña.
Si durante la romería se siente débil o mareado puede ser que su azúcar en sangre esté bajo por el esfuerzo físico, por lo que puede comer algo dulce.
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“Para quienes se desplacen desde distancias muy largas, se recomienda además, no traer todos los alimentos desde la casa, sino comprar sus meriendas en los supermercados o abastecedores a lo largo del recorrido”, agregó la Dra Rodríguez.
Eso sí, se debe evitar las comidas que ofrecen en puestos callejeros pues pueden provocar complicaciones como vómito, diarreas, dolores de cabeza y fiebre, asociadas al consumo de alimentos contaminados producto de una manipulación carente de las medidas de higiene adecuadas
Al finalizar la romería es fundamental hidratarse bien, descansar, consumir alimentos altos en carbohidratos y proteínas, para reponer el glucógeno perdido y ayudar a regenerar el músculo que pudo lesionarse.
Otras recomendaciones brindadas por el Colegio de Profesionales en Nutrición son:
Vista ropa holgada y utilice zapatos cómodos, con suela de goma.
Prepárese físicamente con anticipación. Comience a caminar al menos 30 minutos diarios, para preparar los músculos y articulaciones.
Si viaja de día, lleve gorra y protector solar y si lo hace de noche, utilice alguna prenda que sea reflectiva para que lo vean los conductores.
Viaje en grupo. Es más seguro.
Si viaja con niños, esté pendiente de signos o síntomas de deshidratación como periodos muy largos sin orinar. Ellos generan más calor que los adultos, van a sudar más y perder más agua corporal lo que puede provocarles deshidratación.
