Redacción- Marieke Vervoort tenía una enfermedad muscular degenerativa e incurable y por ello la atleta paralímpica belga había autorizado, desde 2008, que médicos la sometieran a la eutanasia cuando ella lo decidiera.
La decisión para poner fin a su vida la tomó este martes, anunciaron las autoridades de su ciudad natal de Diest.
Según la declaración Vervoort «respondió a esa opción el martes en la noche» y murió a los 40 años tras abandonar el tratamiento que recibía en un hospital y someterse a una eutanasia.
Vervoort, que ganó medallas de oro y plata en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y otras dos medallas en Río 2016, padeció la enfermedad durante más de dos décadas, desde que la diagnosticaron cuando tenía 14 años.
Al haber firmado documentos para poner fin a su vida cuando ella lo decidiera declaró que buscaba crear consciencia sobre la eutanasia, que es legal en Bélgica.
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Degeneración
La enfermedad comenzó en 1993 a raíz de una inflamación en un pie. Desde entonces el dolor se volvió algo intrínseco en su vida.
Sin mayores precedentes, lo único que acertaron los doctores a decir fue que se trataba de una enfermedad muscular degenerativa incurable, con origen en la columna vertebral.
Poco a poco le dejaron de funcionar las piernas y tuvo que depender de la silla de ruedas.
Después llegó la pérdida de visión y la creciente aparición de ataques de epilepsia.
Y debido al dolor tan intenso, en muchas ocasiones sólo podía dormir en períodos de 10 minutos.
Vervoor ganó oro en la prueba de 100 metros en Londres 2012 y plata en los 200 metros.
En Río obtuvo plata en los 400 metros y bronce en 100 metros.
La ciudad de Diest indicó que estará disponible un libro de condolencias en el ayuntamiento.
CON INFORMACIÓN DE BBC