- Dueña de Frankie afirma que su perro es tranquilo y casero
Redacción – Una familia vecina de Sabanilla de Montes de Oca recibió, el lunes anterior, una cruel amenaza contra su pequeño perro pug de 2 años y 5 meses llamado Frankie. «Si no lo controlan, le tiramos una sorpresita con Lannate», decía una nota que dejaron junto a pedazos de Racumín esparcidos por el corredor.
«Yo entré a mi casa a las 7:00 de la noche. Me encontré la nota, también estaba el raticida esparcido, lo dejaron abierto a propósito. La nota estaba con amenaza de Lannate y tuvimos que correr al veterinario. Tuvo que ser un vecino muy incómodo. Nosotros vivimos en un residencial muy tranquilo, nunca ha pasado nada, por eso nadie tiene cámaras», resaltó la dueña de Frankie, Vanessa Muñoz.
Aunque Frankie sí ingirió veneno para ratas, afortunadamente lo llevaron a tiempo al veterinario y lo expulsó posteriormente. Ahora él está muy bien de salud y muy cuidado por su familia para que no corra peligro.
«Hay que dormirlo para que nos deje dormir a los demás», decía la cruel nota.
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La vecina de Sabanilla comentó que su perrito pug duerme adentro de la casa y es un perro muy casero, pero que ahora tuvieron que cambiar toda la dinámica familiar.
«Ya no podemos dejarlo afuera, aunque él nunca durmió afuera. Él es un perrito de casa, que pasa durmiendo. Vamos a tener que hacer arreglos en la casa para que nadie tenga la posibilidad de echar algo y tenemos que poner cámaras», detalló.
Por su parte, Muñoz denunció lo sucedido en redes sociales, pero también decidieron acudir a las autoridades judiciales por la cruel amenaza: envenenar a su perro porque «no deja dormir a los vecinos», según esa carta.
«Ya está puesta la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) desde el mismo día. Se solicitó la inspección para que se llevaran la nota y revisar si tiene huellas digitales. Llegaron al día siguiente y han sido súper amables y comprensivos», explicó Muñoz para AMPrensa.com.
La familia asegura que Frankie es un perro feliz, que juega y ladra -como cualquier otro perro- mientras está en el jardín de su casa. Este perrito tuvo que ser internado en una clínica veterinaria para asegurarse que iba a salir sano y sin ninguna consecuencia. Afortunadamente así fue.
«Intentar envenenar un perro va más allá de todo, solo a alguien cobarde, sin corazón y sin respeto por la vida se le podría cruzar por la mente algo tan cruel, y al materializarlo deja claro que podría hacerle daño no solo a un perro sino a cualquier ser vivo. El maltrato animal es penado por ley, por dignidad de nuestras mascotas, que somos su voz, es necesario denunciar este tipo de actos», concluyó en el mensaje publicado en Facebook.
Ahora la familia de Frankie confía en las autoridades y esperan que puedan evitar una tragedia mayor para ellos o para cualquier otro animalito que se le cruce en el camino de las personas que dejaron el veneno y las notas.
«Las cosas se solucionan hablando. Me di cuenta que, aunque donde uno viva haya gente educada, la maldad no perdona clase social. Un perrito no tiene la culpa», finalizó.