• Fueron hasta su casa para explicarle lo sucedido

Redacción – La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) informó que le dio seguimiento al caso de Josefa Mosquera, la adulta mayor a la que no inyectaron por traer su cédula vencida.

Según el reporte del EBAIS de Palmar Norte, la regente farmacéutica le pidió a la mujer de 80 años que se “espere sentadita un momento para ver como se le puede ayudar y resolverle la situación” y que la encargada de Farmacia la iba a llamar para informarle a ella lo que se iba a realizar.

La Caja informó que, minutos después, ya Mosquera no se encontraba en el centro médico.

La versión de la institución es que Mosquera asistió al centro de salud con una receta vencida y que la cédula no la portaba, ni tampoco tenía colilla del Registro Civil que indicara estuviera en trámite la reposición del documento.


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La adulta mayor denunció que tiene un dolor constante y dificultad para movilizarse por una complicación en sus rodillas, por lo que requiere de una inyección, pero no se la quisieron facilitar.

«Como tenía la cédula vencida, no me la quisieron poner. (…) Ese tratamiento es demasiado importante, es el que me calma un poquito el dolor de la rodilla», expresó Mosquera.

Además de ese relato, otro paciente fue testigo y narró, para Colosal Informa, que estaba presente para retirar unos medicamentos y Mosquera se encontraba delante de él.

«Pude observar y oír que le estaban negando el tratamiento por la cédula vencida. Ella decía que estaba en trámite, que le urgía ese medicamento. Yo intervine y le dije a la muchacha que pasó un caso idéntico en Alajuela y la gerencia de la Caja dijo que iban a tomar las medidas para que esto no se repitiera, pero no valió», explicó Gerardo Carrera.

Para el jueves anterior, los funcionarios del centro de salud se trasladaron a la casa de la adulta mayor para explicarle la situación.

La CCSS destacó que las 7:52 de la mañana de ese día, la jefa de Farmacia del área de salud y el regente de Farmacia del EBAIS de Palmar Norte llegaron a la casa de la paciente y conversaron con ella.

Le indicaron que “era importante que fuera a realizarse la aplicación del inyectable, para que no viera afectada su salud”; sin embargo, ella respondió que le daba pena después de lo sucedido.

Al final, lograron convencerla de acercarse al EBAIS y Mosquera afirmó que asistiría lo más pronto posible para inyectarse.