• Expertos recomiendan llevar a la mesa alimentos bajos en calorías y que aporten vitaminas, minerales y fibra

Redacción – Alimentarse va más allá del simple hecho de llenar el estómago. Si se hace con conciencia, mejora la salud y el estado general del cuerpo.

El secreto radica en que la gente se alimente de forma más saludable y establezca una relación más sana con la comida.

Se trata de un concepto conocido por los nutricionistas como alimentación consciente, el cual pretende ayudar a la gente a seleccionar los bocados.

Para ello, se recomienda seleccionar aquellos alimentos bajos en calorías y que aportan vitaminas, minerales y fibra como los vegetales.

La dieta debe contener carbohidratos complejos para el aporte de energía como el pan integral, la avena y los cereales altos en fibra. Además, incluir fruta y grasas saludables como el aguacate y el aceite de coco.

Alimentarse de esa forma trae muchos beneficios, entre ellos, llegar a un peso saludable, mantenerlo y disminuir los niveles de estrés, así como problemas gastrointestinales.

Es importante que las personas aprendan a identificar la diferencia entre el hambre fisiológica, cuando el cuerpo verdaderamente necesita alimentarse, y el que provoca factores como la ansiedad o la depresión, resalta la nutricionista Kathryn von Saalfeld.

“Si la gente aprende a escuchar su cuerpo, no necesita medir o controlar las porciones porque naturalmente sabrá cuando es suficiente”, dice von Saalfeld.

El primer paso, antes de cada comida es preguntarse ¿tengo hambre? Si la respuesta es negativa, espera y vuelve hacerte la pregunta 30 o 60 minutos después.   Lo ideal es comer solo cuando se tiene apetito.

Y si tienes apetito, entonces pregúntate cuáles alimentos te proporcionarán energía y bienestar, y cuánto necesitarás para sentirse mejor.

Según von Saalfeld si antes de cada comida se piensa que el objetivo es sentirse bien, no debería haber abuso y se logrará el propósito.

Para facilitar la tarea te mostramos a continuación algunas prácticas sencillas para ir retomando la conciencia a la hora de comer.

  1. Una de las principales razones de caer en la inconciencia es cuando se come de prisa. Por ese motivo, se aconseja hacerlo sentado y sin distracciones.
  2. Trata de masticar despacio. Divide el plato mentalmente en dos partes y empieza por comer solo la mitad. Una vez que termina con la primera mitad toma al menos dos minutos para sentir apetito. Consume el resto solo si lo consideras necesario.
  3. Establece un horario con los tiempos fijos de comida. No tienen que ser cinco veces al día, pero al menos tres, según la necesidad.
  4. Utiliza platos, tazas o cucharas pequeñas para comer.
  5. Ordena de manera diferente la refrigeradora colocando los alimentos más saludables a la vista.
  6. La hidratación diaria es esencial. Toma agua con sabores, de esa manera reducirás la cantidad de azúcar.

Atracones al acecho

Pasar largas horas sin probar bocado o calmar mediante el alimento momentos de ansiedad o de angustia, provoca muchas veces el deseo de ingerir alimentos de forma descontrolada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el 30% de las personas con sobrepeso y obesidad tienen, además, un trastorno por atracón asociado. Para evitarlo se recomienda respetar los tiempos de comida y, cuando se quiera comer algo muy rico, pero poco saludable, consumirlo en la porción justa.

Se aconseja comer despacio y en pequeños bocados. Además, de tener al alcance alimentos saludables como frutas secas, vegetales o gelatina.