Redacción- Una joven madre y su hija están viviendo un calvario, luego de que se viralizará un vídeo donde se aprecia a la adulta botando la comida que le dieron del Ministerio de Educación Pública (MEP).
La señora se identificó solamente con el nombre de Vanessa y habló con AMPrensa.com sobre lo que sucedió la mañana de este lunes, 20 de abril.
Vanessa comentó que ella conoce el valor de la comida, pero que vivió un episodio en el colegio de La Suiza de Turrialba que hizo que entrará en un momento de cólera y explotó botando los alimentos.
«En la primera entrega de la comida yo y mi hija fuimos al colegio de La Suiza a recoger los alimentos que los necesitamos, pero ella no andaba con el uniforme y había muchas personas en la fila. Por ello, le pedí al guarda que me dejará a mí recoger los alimentos para no exponer a mi hija, él me dijo que solo podía recogerlos los padres con dictámenes médicos de los hijos», comentó.
Seguidamente añadió que a la hija le prestaron una blusa del colegio y gracias a Dios pudo entrar a recoger los alimentos.
En una condición similar estaban otros 10 padres de familia que solo portaban una carta con la copia de la cédula de los estudiantes, pero no les entregaban la comida. Por ello, cuando se cercó el camión de la fruta, ella al ser la vocera de los padres le dijo al chofer que porqué no les daban a ellos que necesitaban y no podían recogerlos por que los estudiantes no estaban y era injusto.
Vanessa señala que el conductor dijo que él no se metía en esos problemas y eso motivó que ella y otras señoras agarraran «como tres bolsas» de frutas que les correspondían.
En la segunda entrega de alimentos de este lunes, su hija se acercó al centro educativo y en apariencia la directora le dijo que no le iba a entregar los alimentos porque era la hija de la señora que se robó las bolsas en la primera entrega, cosa que Vanessa se desliga porque fueron varios padres.
Después de intervenir un profesor, la directora en apariencia cede y le entrega la comida a su hija, quien sale llorando del liceo por la verngüenza que sintió al ser rechaza inicialmente.
«Cuando yo veo a mi hija llorar, ella me explica lo que sucedió con la directora. En ese momento, me bajo del carro con los alimentos y le pido al guarda poder entrar para hablar con la directora y así entregarle la comida que le estaban negando incialmente a mi hija. El guarda no me dio autorización y en un momento de reveldía o de indignación, fue cuando empecé a botar la comida», afirmó Vanessa.
La joven madre confirmó que se siente muy afectada por lo que ha pasado y que conoce el valor de la comida, y que si tiene que caer la justicia divina en ella que le caiga pero se sintió incomprendida por parte de las autoridades educativas.
También manifestó que pide disculpas a todo el país por lo sucedido, y que se encuentra muy arrepentida.
Si ustedes analizan estas personas, el grado de inseguridad que ellas expresan en la forma de contar lo acontecido, nos deja en claro que no es una persona estable emocionalmente y que tiene un pésimo manejo de emociones lo que la convierte en un peligro. Es muy triste que colegas tengan que vivir estas traumáticas experiencias, donde tenemos que exponernos al virus, a la falta de respeto y la violación de leyes porque si hubo amenaza, cuando el guarda como testigo indica que la señora indignada y fuera de sí iba a golpear a la directora del Centro educativo. El Ministerio de Educación en su representada la señora Guiselle Cruz hacen hasta lo imposible, para mantener el barco a flote y para que tanto estudiantes como padres de familia tengan el apoyo de parte de los Centros educativos, liderando proyectos nobles como entregar el alimento a los estudiantes con recursos del fondo de emergencias en crisis de pandemia y aislamiento sanitario y que le aparezca a uno estos padres incomprensibles, equivocados y hasta malcreados, donde todos tratamos de dirigir y controlar esta entrega de la mejor manera. Me parece que es importante resaltar, que no es responsabilidad del director este asunto, porque legalmente quién le corresponde aprobar la compra y hacer la entrega del producto en coordinación con la Dirección es a las Juntas de Educación, por lo que la misma debe de estar presente a la hora de dicha distribución y sea quién le corresponda ayudar a mantener el orden y tomar las decisiones, junto al Director de requisitos o ajustes en la entrega de los alimentos, un factor rescatable de está fea experiencia, fue el mal manejo que se le dió al problema, porque de ninguna manera se le podía negar la entrega de alimentos a la menor de edad y por otro lado la señora furiosa debió de haber sido acusada desde la primera vez que lideró el desorden de coger bolsas de esa manera que ella misma expresa, lo hizo. Me llama la atención el manejo de la inteligencia emocional, de salir pidiendo disculpas al pueblo y haciéndose la más culta paloma, después de semejante acto de vulgaridad y malacrianza. Por más que quiera los frijolitos el arroz, los spaguetis, atunes, leche y verduras ya no los puede ir a juntar, se quedo por malcriada sin el aporte dado y ante el pueblo quedo como la más malagradecida persona y el pueblo sugiere que pague el paquetito porque ese dinero es del plan de emergencias, o sea del pueblo con el aporte de varias instituciones del país es decir impuestos y no estamos para que aparezcan gentes haciendo semejante drama. Que Dios bendiga a las cocineras, conserjes, oficinistas, guardas, docentes y afministradores educativos, que tienen que lidiar día a día con circos iguales o similares y que Dios se apiade de esa muchacha, porque esa bolsita le hubiera servido a alguien que la hubiera sabido aprovechar.
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