- Prototipo está en período de prueba
- Tuvieron apoyo de dos empresas pequeñas
Redacción – Las universidades públicas han demostrado sus aportes relevantes en la lucha contra el Covid-19 y ahora el Tecnológico de Costa Rica anuncia el diseño de una cápsula de aislamiento para trasladar a pacientes en ambulancias.
El objetivo es reducir el riesgo de exposición de los cruzrojistas al Covid-19, según el comunicado oficial.
Además, informaron que la Cruz Roja ya prueba el dispositivo y esta semana hará las observaciones al TEC para su mejoramiento.
Luego, confeccionarán un prototipo definitivo para su fabricación en masa.
¿Cómo es la cápsula?
Este modelo consiste en una base donde va acostado el paciente. Es de tafeta impermeable.
Además, una capa plástica transparente que cubre al paciente y tiene un zipper.
Por otro lado, tiene arcos de tubo de PVC de pared gruesa sobre los que descansa la capa plástica, uno a la altura de la cabeza del paciente y el otro a la altura de sus rodillas.
Incluye dos «brazos» donde los paramédicos introducen los suyos para manipular al paciente.
El docente e investigador del TEC, Teodolito Guillén, explicó que el grupo empezó con el diseño de la cápsula tras ser solicitado por el subgerente operativo de los rescatistas, Álvaro Montero.
Guillén asegura que el grosor de la cubierta plástica transparente es el ideal para garantizar la seguridad de los cruzrojistas y de los acompañantes del paciente.
A diferencia de otros similares en el mercado, esta cápsula es más extendida a la altura de la cabeza, pues los pacientes con enfermedades respiratorias, como es el caso del Covid-19, deben viajar parcialmente sentados.
Además, es fácil de colocar, retirar y almacenar y es de bajo costo. De acuerdo con Guillén, en el prototipo se invirtieron ₡60 mil colones en materiales y parte de la mano de obra fue donada.
El diseño y elaboración del prototipo estuvo a cargo de un equipo de investigación de la Escuela de Ciencia e Ingeniería de los Materiales, compuesto por Teodolito Guillén, Ronald Brenes, Óscar Chaverri, José Luis León, Mario Leiva y Erick Sánchez.
Y es que esto fue posible, además, gracias al aporte de dos pequeñas empresas de Cartago.
Una es el taller de soldadura «Chorro de humo», la cual creó los pines que van adheridos a la camilla donde se asienta la cápsula.
Contaron también con el apoyo de la sastrería de don Miguel Cordero, quien tuvo a su cargo todas las costuras del dispositivo.
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Aporte de pequeñas empresas