Redacción- A pesar que las autoridades sanitarias han insistido a la población no acudir a reuniones con la finalidad de evitar un posible contagio, muchas personas hacen caso omiso y terminan pagando las terribles consecuencias.
Tal y como le sucedió a una familia de Texas luego de que dieciocho de sus miembros dieran positivo a COVID-19 después de que ocho de ellos acudieran a una fiesta sorpresa a finales de mayo.
La fiesta ocurrió el pasado 30 de mayo en Carrollton, Texas, y las personas infectadas incluyen dos abuelos mayores y una paciente con cáncer de seno que ahora están hospitalizados.
Ron Barbosa, un voluntario de la EMT que está casado con una doctora y no acudió a la fiesta, platicó al portal KHOU que a la celebración acudieron 25 personas.
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Ron señaló que su sobrino, quien fue el anfitrión de la fiesta y que, sin saberlo, estaba infectado con coronavirus jugó al golf con familiares del festejo, e interactuó con siete miembros de la familia que luego contrajeron el virus y, a su vez, lo transmitieron a otros 10 integrantes, incluidos dos niños.
«Lo siguiente que sabes es que los dos sobrinos que viven básicamente al lado de él, tienen la misma tos y diarrea, dolores en el cuerpo y comienzan a enfermarse», relató Barbosa a Buzzfeed News.
«Para el 6 de junio, había muchos síntomas. Para el 9, la gente se estaba poniendo muy, muy mal. Y para el 13, [mi familia] tuvo que llevar a mi hermana y a mi madre al hospital», agregó.
Ron indicó que las tres personas hospitalizadas, la pareja de ancianos y la paciente de cáncer, son sus padres y su hermana.
Barbosa explicó a WFAA que, aunque para realizar la fiesta habían seguido las recomendaciones de salud estatales actuales, él y su esposa decidieron no acudir como medida de precaución durante la pandemia.
«Sabíamos que esto iba a suceder, quiero decir, todo este tiempo esto ha estado sucediendo, hemos estado aterrorizados», admitió.
Por suerte, su hermana, Kathy, se está recuperando, y su madre, Carole, ha sido dada de alta del hospital. Fuente telemundo