Señala que este tipo de actos son una de las plagas del mundo.
  • El atentado se dio este pasado 31 de julio 

Redacción – El papa Francisco le mandó un mensaje de cercanía al pueblo de Nicaragua, que está sufriendo por el atentado a la Catedral Metropolitana de Managua.

Este lamentable hecho se dio el pasado viernes 31 de julio, cuando un hombre entró a la capilla de Sangre de Cristo y lanzó, según testigos, una bomba molotov.

La explosión generó que se incendiara la imagen del cristo crucificado y todo a su alrededor. La Sangre de Cristo con más de 382 años de antigüedad, quedó chamuscada.

Algunos fieles que, a esa hora estaban rezando, relataron que el sujeto, aún sin identificar, huyó de inmediato. La Arquidiócesis de Managua calificó el ataque como “un acto de sacrilegio y profanación”.

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La quema de la capilla registrada este pasado viernes en Managua es la tercera profanación sufrida por templos católicos nicaragüenses en las últimas semanas.

Lo sucedido llegó hasta el sumo pontífice, que tras rezar el Angelus este 2 de agosto, le mandó el siguiente mensaje al pueblo pinolero:

«Pienso al pueblo de Nicaragua, que sufre por el atentado a la Catedral de Managua, donde ha sido muy dañada, casi destruida y han dañado la imagen tan venerada de cristo, que ha sostenido por mucho tiempo al pueblo fiel. Estoy cercano a ustedes y ruego por ustedes», expresó el papa Francisco este domingo.

Foto con fines ilustrativos.

El papa Francisco muestra su apoyo a los líderes de la iglesia católica de Nicaragua, que niegan que el incendio se debió a veladoras que estaban en la capilla.

Leopoldo Brenes, cardenal del vecino del norte, calificó el hecho como un acto terrorista y que trata de amedrentar a la iglesia en su misión evangelizadora.

Atentados a otras iglesias en Nicaragua recientemente: 

El pasado 25 de julio, el padre Edwin Román denunció que la capilla Nuestra Señora del Perpetuo del Socorro en la ciudad de Nindirí, al sur de Managua, fue atacada por unos sujetos que quebraron imágenes, bancas, el sagrario y se robaron objetos litúrgicos.

Cinco días antes, en el departamento de Masaya, la parroquia de Nuestro Señor de Veracruz fue asaltada. Sin dudas estos actos, son repudiables en la iglesia católica.

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