Redacción- El confinamiento para protegerse de la pandemia ha pasado una cara factura a muchos costarricenses: aumento de peso, estrés, insomnio, ataques de ansiedad y una disminución del sistema inmune importante. Los expertos señalan que eso incide en la capacidad de defensa frente COVID 19.
Además, se podría incrementar el déficit de la vitamina D que afecta niños, adultos mayores y personas con sobrepeso.
Por tal motivo, las Dras. Ingrid Cerna, Vanessa Maroto, Kailan Cubero, Paola Ortiz y Adriana Acuña, docentes y especialistas de la Escuela de Nutrición de la Universidad Hispanoamericana (UH) se dieron a la tarea de recopilar y analizar algunos estudios sobre la relación de la alimentación con la vitamina D y su incidencia con el fortalecimiento del sistema inmune.
Dicha revisión reconfirma la tesis que se ha venido manejando que ambos son excelentes aliados en la defensa contra el COVID 19, la cual exponen en el artículo “Vitamina D y Covid 19: ¿Es necesaria la suplementación?”, el cual fue publicado en la Revista UH Ciencias de la Salud de la Universidad Hispanoamericana.
“Hay una fuerte relación entre el COVID 19 y la vitamina D, la cual es vital para el proceso de formación de huesos, la absorción del calcio, pero también hay evidencia científica que juega un papel preponderante de lo que es inmunidad del ser humano” señaló Ingrid Cerna.
Esto es posible porque “la vitamina D modula la inmunidad innata y adaptativa, a través del receptor de vitamina D (VDR) y CYP27B1, la enzima que la convierte en el metabolito activocalcitriol, ambos expresados en células inmunitarias. Se ha probado la eficiencia de la vitamina D en la inmunidad y las enfermedades respiratorias virales, lo cual es relevante considerando la fisiopatología del SARS-CoV-2 que infecta las células epiteliales respiratorias. Además, regula el calcio y fósforo, que tienen propiedades antiinflamatorias, antitumorales y sirven de apoyo al sistema inmunológico”
“Esta vitamina se obtiene mediante la luz solar y la dieta; sin embargo, 90% del aporte total proviene del sol por la activación del compuesto 7-dehidrocolesterol. Esta síntesis afecta por factores como: la edad que se asocia con la reducción de 7-dehidrocolesterol cutáneo, obesidad por un secuestro de los adipocitos, uso de fármacos que reducen su concentración sérica, entre otras” indican las investigadoras.
Ante estos beneficios, la Dra. Cerna y sus colegas recomiendan en la alimentación incluir el consumo de huevo, leche y pescado al menos 3 veces por semana. Paralelamente, la exposición al sol debe ser entre 5 a 10 minutos. Sin olvidar, lo que han dicho otros especialistas se recomienda antes de las 10 de la mañana y después de las 3 de la tarde.
“Se considera importante recomendar una exposición a la luz solar entre 5-10 minutos, 2 ó 3 veces a la semana (9) , especialmente en personas mayores de 65 años, aumentar el consumo de pescados, huevos y leche y considerar la posibilidad de suplementación. Grant et al (6) recomiendan suplementar con vitamina D para alcanzar concentraciones séricas de 40-60 ng/mL (100-150 nmol/L) relacionándolo a la reducción de infecciones nosocomiales, meta que se alcanzaría con una suplementación de 2000–5000 IU/d de vitamina D3” concluyen las especialistas.