Redacción. La reina Isabel II brindó un emotivo discurso navideño, buscando infundir esperanza, algo presente «en las noches más oscuras», a los británicos muy afectados por la pandemia de Covid-19.
«Para muchos, este año quedará marcado por la tristeza: algunos lloran la pérdida de un ser querido, amigos y familiares sienten falta de otros, en tanto que para Navidad quisieran un simple abrazo o un apretón de manos», destacó la soberana, de 94 años.
«Si este es su caso, usted no está solo», afirmó.
La pandemia de Covid-19 se ha cobrado unas 70 mil vidas en el Reino Unido, uno de los peores balances en Europa.
El agravamiento reciente de la crisis, vinculado, de acuerdo a las autoridades, a una nueva cepa del coronavirus de más rápido contagio, ha inducido al gobierno a anular la autorización a las familias para reunirse por la Navidad en muchas regiones.
La reina renunció a trasladarse a su residencia de Sandringham, Norfolk (este de Inglaterra), donde ha compartido la Navidad con sus hijos y otros integrantes de la realeza desde hace más de 30 años.
Se recluyó en el castillo de Windsor, cercano a Londres, junto a su esposo, el príncipe Felipe, de 99 años.