Redacción- La Defensoría de los Habitantes alerta a la población ante riesgos en menores por explotación infantil y adolescente.
«A pesar de que son prevenibles, cuando se detecta un caso, es una muestra de un sistema que ha fallado», indicó la Defensoría.
Esta explotación supone una actuación deliberada de personas adultas que las y los utilizan en procura de satisfacer intereses particulares, sin importar el daño y la violación que representa para la persona menor de edad, y cuyas consecuencias quedan, en la mayoría de los casos, marcadas de por vida.
La Defensoría señala que condiciones sociales y económicas apremiantes, como las derivadas de la pandemia sanitaria, «generan contextos de vulnerabilidad y pese a avances en materia de combate a la explotación laboral, aún hay niños, niñas y adolescentes vinculados a la responsabilidad de cuido dentro de la familia o de terceros y labores domésticas, que las expulsa del sistema educativo».
En el país, la explotación sexual comercial ha tenido un incremento del 44% de denuncias
en relación con las recibidas en el 2019, según informa UNICEF.
En cuanto al trabajo infantil para el año 2020 el país registró 1.253 casos en personas menores en edades entre los 12 y 14 años, edades donde está prohibido.
En Costa Rica, el 32% de los niños, niñas y adolescentes se encuentra en condición de pobreza, siendo que su nivel de vulnerabilidad a las diferentes formas de explotación es muy alto y, en muchos casos, las consecuencias irreversibles.