Redacción- Michele Dal Forno fue agredido por un adolescente quien le cortó la cara cuando defendió a una estudiante que estaba discutiendo con dos menores.
El italiano de 21 años trabaja por las noches para ganar algo de dinero mientras sigue estudiando.
«Acababa de entregar las pizzas en un apartamento – cuenta joven al diario italiano Corrie – y me dirigí a pie hasta el punto donde había aparcado la moto. Debían ser las 20:30 de la noche. Escuché voces excitadas y me fijé en una niña, a la que solo conozco de vista, discutiendo con dos adolescentes bastante amenazantes, que le gritaban.
No podía irme. Me acerqué, la saludé y le pregunté si necesitaba ayuda. Ella respondió que todo estaba bien pero que obviamente estaba muy asustada. De todos modos, uno de los dos se acercó a mí y empezó a caminar a mi alrededor, insultándome y repitiendo que tenía que volver a entregar las pizzas y ocuparme de mis propios asuntos», manifestò a medios internacionales.
El repartidor se quedó quieto, sin reaccionar. «Solo le pregunté qué tenía para mirarme así y mientras tanto escuché a la chica llorar y decir que tenía miedo y rogarles que me dejaran en paz. Quizás ya había entendido cómo terminaría…».
Fue en ese momento que el otro chico, de ascendencia albanesa, se acercó al joven de 21 años. «Tenía las manos en los bolsillos. Le dijo a su amigo: «No te preocupes, yo me encargo».
El hombre asegura que cuando estuvo a un metro de distancia, sacó el cuchillo y de un golpe le cortó la cara.
«Creo que se necesitaron unos sesenta puntos. También me cortó un pedazo de la nariz y los médicos dicen que la cicatriz quedará pero que la cirugía, hoy en día, puede hacer grandes cosas. Eso espero…», dijo Michele al medio Corriere.
El adolescente de 16 años que ahora está en la cárcel y que hasta hace unos días se hacía pasar por un jefe de barrio, paseando por el centro con aire desafiante y un cuchillo en el bolsillo.
Valiente el chavo, admirable
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