Redacción. Los integrantes de la Cámara de Exportadores de Costa Rica reiteraron el llamado al Gobierno de trabajar en la mejora de los puertos ya que están cansados de los largos tiempos de espera, contratiempos administrativos y el desinterés por parte de las autoridades.
Puerto Caldera al borde del colapso se encuentra sometido recurrentemente al congestionamiento en el ingreso a la Terminal.
Su ampliación debió haber iniciado desde que llegó al 55% de su capacidad; hoy día opera a un 90%, la cual está lejos de ser suficiente para suplir las necesidades actuales de los exportadores.
La pérdida de competitividad en esa Terminal es tan grave, que no permite el ingreso de buques que hayan sido construidos después 1970.
Los navíos indican que Caldera no presenta las condiciones óptimas para atracar y sus descargas se extienden en días y semanas, o incluso optan por no utilizar el puerto.
De igual forma, la Terminal de Contenedores de Moín constantemente afronta dificultades para atender eficientemente las operaciones de comercio exterior.
El sistema de citas se ha vuelto un “cuello de botella” y los transportistas se han visto obligados a esperar hasta seis horas para ser atendidos perdiendo la cadena de frío en las cargas que lo ameritan, restando productividad a sus equipos y terminan impactando la tarifa al exportador.