Redacción. No hay duda de que la protección de la vida humana es la más importante misión de cualquier policía del mundo y eso es lo que ha hecho en múltiples ocasiones Walter Calderón, un oficial de la Policía de Fronteras.
La más reciente muestra de heroísmo llevada a cabo por este oficial fronterizo tuvo lugar el pasado 23 de julio, cuando junto a otros tres compañeros tuvo que intervenir para rescatar a cinco miembros de una familia en Sixaola de Talamanca.
Era lluviosa tarde del pasado 23 de julio. Las aguas del río Sixaola, fronterizo con Panamá, se desbordaron por completo a causa de las fuertes lluvias en todo el Caribe del país.
Los llamados de auxilio comenzaron a llegar al comando de la Policía de Fronteras y los oficiales iniciaron de inmediato sus labores.
Durante el recorrido, los oficiales divisaron una casa de dos plantas en las cuales habían cinco personas en la parte alta. El río ya había inundado el primer nivel y la inseguridad por la furia del agua era muy elevada.
La furia de las aguas era tal, que el uso de una lancha se hizo imposible porque el riesgo del vuelco era enorme. Esa posibilidad fue descartada, mientras la familia veía con angustia los intentos de los policías.
El tiempo se acababa. Los segundos en medio de aquella escena se convertían en momentos de terror, pero la valentía y el entrenamiento acuático de los oficiales pudo más.
Ingeniaron un plan con una cuerda que debía ser atada a la cintura de uno de los policías. Y fue ahí donde apareció aquel héroe: el oficial Walter Calderón.
Este policía se ofreció a caminar y nadar en medio de las fuertes corrientes para rescatar a los dos niños, dos adultos y una abuela que necesitaban que un súper héroe los rescatara.
Con fuerza y valentía, luchó hasta rescatar al último habitante de esa casa con la ayuda de sus compañeros. El rescate fue exitoso y aquella familia de Talamanca pudo vivir.
Esta no es la primera vez que este oficial arriesga su vida para salvar otra. En el 2019, estando en Puntarenas de vacaciones, un joven fue arrastrado por una ola y se estaba ahogando.
Calderón tuvo presente su sagrado deber de proteger la vida humana con o sin uniforme, y de inmediato acudió en auxilio del joven bañista, a quien logró sacar con vida.
Definitivamente, este oficial merece una medalla por su valentía y amor al prójimo.