- Desde la década de 1970 existe legislación que establece sanciones para quien contribuya a la desinformación en temas de salud
Alejandro Gago para Digitus CR
La mañana soleada del 10 de abril de 2020 fue la anfitriona perfecta para que 20 personas se congregaran frente a Casa Presidencial en Zapote, convocadas por el grupo de Facebook llamado “Defendamos Costa Rica”.
El grupo era liderado por Marco Albertazzi, quien en su momento negó la existencia de la pandemia, denunció un plan de control para la población mundial y proclamó que 30 muertes reportadas a causa de la COVID-19 no deberían alarmar a la población.
Albertazzi saltó a la fama por despotricar contra el Gobierno y el Ministerio de Salud, promoviendo temas de conspiración de control mundial, además de distribuir información contra las vacunas y fomentar el uso del dióxido de cloro.
“Estoy harto de que nos agarre de majes como pueblo. Levanto la voz para defender la verdad y la justicia…”, añade Albertazzi, quien se identifica como “una voz que amplifica lo que muchos quieren oír”.
El abogado y experto en delitos informáticos José Adalid Medrano, advirtió que desde principios de los 70´ existe legislación que establece sanciones para quien contribuya a la desinformación en temas de salud.
“En Costa Rica, la Ley General de Salud desde 1973 impone multas por la desinformación vinculada con el área de la salud en tiempos de pandemia».
«Por otro lado, el Código Penal sanciona con penas de tres a seis años a quien propague o difunda noticias o hechos falsos capaces de distorsionar o causar perjuicio a la seguridad y estabilidad del sistema financiero o de sus usuarios”, comentó el abogado.
Educación como arma
“En nuestro país se debe avanzar en una capacitación de la población, grupos religiosos, políticos y periodistas sobre temas científicos para poder combatir la desinformación con la mejor herramienta: la educación”, añadió Medrano.
Otro personaje relevante para el grupo de protesta es la doctora Jimena Campos, quien con declaraciones instó a las personas a que no se vacunen contra la Covid-19, hecho por el cual el Colegio de Médicos de Costa Rica le abrió una investigación.
“Yo no tengo miedo de decir lo que digo porque es mi trabajo, es mi vocación. La fiscalía del Colegio no va a prosperar en sus alegatos contra mí”, comentó Campos.
El 22 de agosto pasado fue una mañana igual de soleada a la de hace año y medio. Frente a las instalaciones de Teletica Canal 7, Marco Albertazzi y la doctora Jimena Campos volvieron a reunirse y a convocar a sus seguidores para una manifestación.
La gran diferencia ahora es que su grupo en redes sociales suma más de 20.000 personas y la aplicación Telegram es el nuevo medio con el cual escapan de la censura y se diluyen para evitar problemas legales.