Alcalde de Osa
El último año la economía nacional se ha visto fuertemente deteriorada por los efectos directos de la pandemia y la ejecución de una política de restricciones implementada por el ejecutivo en detrimento el bienestar de nuestra población, el Gobierno de la Republica a hecho suyo el autoritarismo y la ausencia de empatía, lo que le ha llevado a tomar decisiones de escritorio, alejadas de la realidad popular y condicionadas por la percepción de vida que tiene un selecto grupo de ciudadanos en Zapote cuyas quincenas no se ven amenazadas por que son costeadas con el dinero de todos los costarricenses.
En las últimas semanas ha entrado en debate la implementación de un código QR como mecanismo de validación del estatus en el que se encuentra el ciclo de vacunación de cada ciudadano, fiel a su estilo el ejecutivo impone el manejo de este código como requisito para acceder a múltiples servicios a lo largo del territorio nacional, violentando una vez mas el principio de libertad del que tanto se enorgullece el costarricense.
Insensible, inconsciente, apático y ausente de las necesidades de la población se muestra el Gobierno de la República al no considerar que en nuestro país existen enormes brechas a nivel de ingresos en nuestros hogares, las desacertadas decisiones del ejecutivo vulneran de forma abrupta a los costarricenses con menos recursos y a todo aquel que día a día, con una actividad o negocio propio debe de ganarse el pan que lleva a su mesa, el gobierno con estas medidas condena al rezago y la exclusión a la población adulta mayor, sin acceso a las nuevas tecnologías, a las zonas rurales y a aquellos para los que acceder a internet aun es un lujo que miran de lejos.
Se avecina diciembre, el mes más dinámico en términos económicos en nuestro país, así como la temporada alta para la industria turística, comprendida por el fin e inicio de año, factores que Zapote intenta utilizar como moneda de cambio para imponer su des virtuosa voluntad, coaccionando a nuestros empresarios a implementar un método excluyente a cambio de poder contar con un aforo del 100% en cada establecimiento, una vez mas pareciera que destruir la economía y empobrecer a la población es el objetivo.
El sector turismo, el mas afectado con la pandemia, actualmente se encuentra experimentando cuantiosas perdidas económicas, derivadas de las muchas cancelaciones que están percibiendo nuestros hoteles, provenientes de turistas extranjeros, que observan como cada vez es más difícil visitar de forma placentera nuestro país, y como, de un día a otro un gobierno de forma antojadiza puede modificar todo el funcionamiento de un territorio, $100 millones mensuales, estima CANATUR que podrían ser las pérdidas percibidas por la industria si persisten estas medidas, pero una vez más pareciera no importarle al ejecutivo.
Es por lo anterior, que MANIFIESTO MI OPOSICIÓN ABSOLUTA A LA IMPLEMENTACIÓN OBLIGATORIA DEL CÓDIGO QR. Mi posición es definida por la conciencia, la percepción que tengo de la realidad nacional, del diario vivir de nuestros ciudadanos y de la imperativa necesidad que tenemos de reactivar nuestra economía para generar bienestar, empleos y dejar atrás las heridas que esta pandemia nos ha provocado. Hago un llamado vehemente al Gobierno de la República a fin de que desista de seguir imponiendo su errática voluntad, le insto al Señor Presidente a que escuche el grito de auxilio de nuestra gente, la que no la tiene fácil, y se la juega todos los días, la que no tiene ni tendrá pensión de lujo, la gente que le puso en el poder y la que hoy necesita que le permitan trabajar para ganarse el sustento diario.