Muchas veces, Jafet Soto ha sido blanco de duras críticas por su comportamiento dentro y fuera de la cancha.
Es quizás, la figura del fútbol tico que más calienta las redes sociales. Sin embargo, lo mostrado este martes tras perder la final contra Cartaginés, es digno de reconocer y aplaudir.
Ver a un Jafet Soto llegar al palco de sus rivales para estrecharles las manos, abrazarlos y felicitarlos realmente es un gesto que que vale oro. En pleno festejo de la dirigencia brumosa, el herediano más fiel de todo el país llegó con humildad para reconocerles el merecido triunfo.
El fútbol es para construir amistades y no enemigos. Pelear por fútbol no tiene sentido alguno y, en este caso, el ejemplo que los dirigentes dan es realmente de aplaudir. Máxime cuando el gesto viene de una figura tan polémica en su ámbito.
A Jafet hay que reconocerle lo mucho que trabaja por el fútbol costarricense y por su amado Club Sport Herediano. Estoy seguro que muchísimos aficionados de otros equipos desearían tener un gerente como Jafet Soto.
Con errores como cualquier persona, Jafet Soto ha construido muchísimo en el balompié nacional. Los éxitos lo acompañan desde su carrera como futbolista y ahora como dirigente ha sabido llevar a su equipo a conquistar campeonatos.
Esta vez la suerte no estuvo de su lado, pero como dirían los jugadores así es el fútbol: a veces se gana y a veces se pierde.
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