-
Como sociedad, vivimos sumergidos en el mundo material, dejando de lado lo más valioso de todo: Mi comportamiento intencional frente a las circunstancias
Por Alexander Aguilar Soto
Director de Humano Inteligencia Empresarial S.A.
________________________________________________________________________
En este primer artículo de “Humanizando” conviene dar un repaso o refrescamiento a uno de los temas determinantes que distingue a los seres humanos diferentes, a esos que yo llamo de nivel superior.
Créame estimado lector. Hay muchos que lo tienen, pero no son todos. Y los que tienen este valioso ingrediente de vida llevan dentro un poder diferente que los conduce a salir de los peores escenarios para alcanzar lo que se proponen en la vida. Y si por el contrario están en su momento más dulce lo mantienen y lo acrecientan.
Me refiero nada más y nada menos que a la actitud, ese intangible que nos hace tan frágiles cuando no lo tenemos y nos convierte en seres poderosos cuando lo llevamos y vivimos conscientemente.
¿Se preguntará usted que es la actitud? Resulta fácil definirla y entenderla en la realidad de nuestras vidas.
La actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea para hacer las cosas. Es su forma de ser, su forma de manejarse. Es la forma en que anda bailando por la vida.
La actitud es como se plantea un ser humano frente a su vida y frente a la vida de los demás. Es como una persona se comporta frente a los momentos más duros, frente a lo difícil, frente a la adversidad. Pero también se refiere a como se plantea una persona cuando tiene éxito, cuando logra sus metas y cuando su vida es todo color de rosa.
La actitud es el comportamiento que emplea frente a las circunstancias que le toca vivir, sean agradables y hermosas o bien difíciles y complicadas.
Tiene que ver en cómo yo enfrento mi vida cuando voy de subida o de bajadita. Y lo más relevante es que es una elección, porque así como se escoge todos los días ponerse determinados zapatos o ropa, así también se escoge la actitud frente a las circunstancias. Es un poder personal que no se le puede otorgar a nadie más en el mundo. Su actitud la escoge usted, a menos que quiera darle el control de su vida a alguien más.
De todas las áreas que abarcan el comportamiento humano no hay ninguna más importante que la actitud.
¡Y se puede entrenar y desarrollar!
________________________________________________________________________
Alexander Aguilar Soto
