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Proteja a los perros y gatos de la pirotecnia con estos seis consejos

Los fuegos artificiales son percibidos por los perros y gatos como una amenaza

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Redacción- Los sonidos de fuertes estallidos, la vibración, las luces y los olores propios de la pirotecnia afectan tanto a perros como a gatos, pues les pueden generar estrés, ansiedad y miedo, desencadenando cambios de comportamiento y afecciones para su salud, que en casos extremos puede terminar con la muerte del animal.

Los fuegos artificiales pueden emitir hasta 190 decibeles, provocando alteraciones auditivas en las mascotas, especialmente en los perros, trayendo como consecuencias repercusiones físicas y cognitivas.

Los humanos tienen la capacidad de escuchar sonidos entre los 20 Hz – 20.000 Hz, los perros entre 67 Hz – 45.000 Hz, mientras que los gatos entre los 55 Hz – 79.000 Hz, por lo que los fuegos artificiales son percibidos por los perros y gatos como una amenaza por ser ultrasonidos para ambas especies.

Pueden experimentar manifestaciones físicas como temblores, taquicardia, falta de aire, salivación excesiva, vómito, rigidez muscular, pérdida de apetito, apatía, decaimiento, insomnio, vocalizaciones continuas, mirada angustiosa, inquietud y también orinar o defecar por el pánico.

MSD Animal Health comparte algunas recomendaciones para proteger a las mascotas de la pirotecnia en estas fiestas de fin de año.

1. No dejar a solos a los perros y gatos: acompañar a las mascotas les transmite
tranquilidad y espacio seguro con su familia.

2. Evitar el uso de este tipo de elementos: existen formas más seguras y amigables
de celebrar durante esta época. Es importante recordar que las mascotas son miembros muy importantes de las familias y siempre se debe procurar lo mejor para ellas.

3. Anticiparse al momento de estrés: se aconseja realizar actividad física intensa con la mascota en esta temporada, esto favorecerá la liberación de neurotransmisores que le permitirán enfrentar mejor el estímulo auditivo. Tener en cuenta que la actividad física debe ser controlada, progresiva y con adecuados periodos de descanso para evitar la sobrecarga del animal. Tratar de pasear al perro durante el día, cuando no hay tanto ruido. Además, cuando se acaricia al perro para tranquilizarlo se debe hacer con movimientos suaves a lo largo sobre el cuerpo.

4. Preparar un entorno amigable: una habitación con poca iluminación en donde estén sus juguetes favoritos, de preferencia aquellos en los que se puede introducir comida o premios, será lo ideal. Además, es recomendable ambientar la habitación con música suave a un tono medio para mitigar el ruido exterior. Se les debe dar la posibilidad de que el perro o el gato elijan su lugar seguro y ponerles una manta. Mantenerlos concentrados con algún juego que les guste los puede relajar. Muchas mascotas prefieren una caja abierta en el costado en donde resguardarse.

5. Eliminar los riesgos: asegurarse que en la habitación en donde se vaya a resguardar la mascota no existan objetos que al caerse puedan generar heridas o causar accidentes. Es muy importante mantener cerradas puertas y ventanas para evitar que quieran saltar por ellas y se lastimen o escapen. En momentos de alto estrés las mascotas pueden tornarse agresivas y no responder a los comandos habituales. Por ello, se sugiere hacer un manejo cuidadoso, evitar movimientos bruscos o sonidos intensos y, además, evitar que personas desconocidas entren en contacto cercano con ellas.

6. Consultar al Médico Veterinario: si la mascota tiene una reacción intensa ante estos artefactos, se deben evitar los remedios caseros y recomendaciones que carecen de evidencia científica, como el vendaje antiestrés. Lo mejor es consultar con el Médico Veterinario y de ser posible uno con especialidad en etología (estudio del comportamiento animal), la conveniencia de recurrir a algún tipo de tratamiento que pueda ayudar a reducir los efectos negativos, pero que sea seguro para tus mascotas.

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