Autoridades europeas aseguran que se necesita actualizar las leyes a la era digital.
Redacción: La Comisión Europea alertó sobre productos peligrosos vendidos a través de Internet y el comisario europeo de Justicia y Consumo, Didier Reynders, admitió que se «necesita actualizar las leyes a la era digital».
Reynders reivindicó la reforma del Reglamento de Seguridad de Productos Generales que impulsa el Ejecutivo comunitario desde 2021 y que ahora «está alcanzando sus últimas fases antes de la adopción final», según dijo durante una visita a un laboratorio de Bruselas.
En 2022, los Estados miembros notificaron un total de 2.117 avisos de peligrosidad por productos en sus mercados, 11 de los cuales procedían de España.
En el 98 % de los casos, estos productos peligrosos fueron eliminados en un plazo máximo de dos días en las plataformas de venta por Internet que los tenían en su catálogo, según destacó Reynders.
El Sistema de Alertas Rápidas es el mecanismo a través del cual los Estados miembros se avisan cuando detectan un producto inseguro a la venta en sus mercados.
Uno de cada dos productos peligrosos es «Made in China»
El 50 % de los productos peligrosos detectados en la UE durante 2022 procedía de China y, sumada esta cifra con la del resto de terceros países, resulta que el 78 % de los artículos inseguros hallados venían de fuera de los Veintisiete, según detalla el informe anual de la Comisión Europea.
En total, el 22 % de los productos peligrosos encontrados en 2022 procedían de Estados miembro de la UE y del Espacio Económico Europeo (EEE), que también integra a Noruega, Islandia y a Liechtenstein, aunque no forman parte del club comunitario.
Los juguetes fueron el tipo de productos en los que se enviaron más avisos de peligrosidad (el 23 % de todas las notificaciones), seguidos de los coches (16 %) y los cosméticos (10 %), entre las más de 2.100 alertas registradas en 2022 a lo largo de la UE.
Las tres causas más frecuentes para alertar de la peligrosidad de un artículo fueron la presencia de una sustancia química (en el 35 % de los casos), el riesgo de lesiones fruto de la manipulación de un producto (el 25 %) y el riesgo de atragantamiento (14 %).