Redacción- Los turrialbeños seguirán atesorando momentos con el nuevo y restaurado edificio de la Estación al Ferrocarril al Atlántico.
La restauración fue realizada con presupuesto del Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud, por un monto de 147 millones de colones, al ser el edificio ganador del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico, en su edición 2019.
El proyecto, cuyas obras comprendieron de enero a junio de 2023, fue propuesto a concurso por el arquitecto Luis Diego Barahona y su grupo de profesionales.
Así fue como regresó restaurado el antiguo semáforo del tren, que inicialmente se pintó con sus “manecillas” al revés, error que pudo corregirse gracias al interés de ciudadanos como Jorge Evelio Pérez.
También, entre otros detalles relevantes, fue reconstruido e instalado en su lugar el rótulo de la estación que reza: “Turrialba elevación 625 metros, Limón 103,1 kilómetros, San José 63,6 kilómetros”, cual testimonio de la función original del edificio como punto de conexión entre el puerto y la capital.
“En la propuesta se potencian los valores de la edificación patrimonial, restaurando elementos en deterioro y reconstruyendo aquellos que dieron forma al edificio original. En la construcción predomina la madera, la cual es tratada y pintada del color con que fue acabada al momento de su construcción. En el exterior se incorporan lámparas de piso que iluminan tanto los jardines remozados como a la antigua estación, provocando que esta se separe visualmente del suelo”, destacó el arquitecto Barahona.
Las obras
Según informó el arquitecto, para devolver al edificio el esplendor perdido por los años de abandono, primero hubo que estabilizar la estructura que da soporte al techo, tarea en la que se logró rescatar y restaurar las antiguas cerchas de madera. Finalmente, se le colocó nuevas láminas de zinc. En su interior, los pisos de madera fueron reconstruidos ya que los anteriores estaban muy deteriorados.
Parte importante para rescatar el tejido histórico del edificio, fue descubrir la fachada que estaba forrada con otro material. Hubo cuidado en conservar la disposición, ritmo y textura que aportan las tablillas de las paredes y cielos, y que contribuyen a dar aspecto original al edificio. También se eliminó paredes y otros elementos que fueron agregados con el paso del tiempo y se retomó el color gris que tuvo recién construida, allá por la década de 1890.
Ahora, ya no existe la vegetación enmarañada que ocultaba su fachada norte y el visitante podrá proyectar su mirada desde la estación hacia la ciudad, tal y como fue en sus mejores tiempos.
La antigua estación, ahora restaurada, cuenta con una nueva y segura instalación eléctrica e iluminación que hará destacar su belleza por la noche; así como adaptaciones de accesibilidad acordes con la normativa actual.
Barahona explicó que el proyecto de intervención en la antigua Estación al Atlántico está ubicado en una zona relevante en la configuración del centro de Turrialba, al ser una de las primeras construcciones que, junto con la disposición de la línea del tren, generaron la trama urbana de la ciudad.
A la vez, para el arquitecto, la estación forma parte de un conjunto de edificaciones de valor histórico con alto potencial de convergencia, que actualmente es subutilizado por el deterioro de la infraestructura y la carencia de actividades que vinculen a diversos sectores de la sociedad.
“Es el edificio que da origen a Turrialba y hoy creo que puede ser el inicio de una renovación para la ciudad. Si antes duró más de cien años, pues ahora, por qué no, durará al menos, otro tanto”, finalizó el arquitecto.
A partir de este jueves, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) asumirá la administración de la Estación de Turrialba, al ser este instituto, según la Ley Orgánica N°7001, el ente responsable de custodiar los bienes ferroviarios y decidir sobre sus diferentes usos.
Según indicaron, de una manera seria y responsable, realizarán un análisis de las propuestas de permiso de uso para este inmueble, y una vez que el seno del Consejo Directivo de Incofer tome una decisión sobre su uso final, informarán a todos los turrilabeños interesados en su conservación.