Redacción- La Policía Nacional de España detuvo en la localidad malagueña de Vélez a un sacerdote acusado de agredir sexualmente a al menos cuatro mujeres, a las que previamente sedó con alguna sustancia.
La pareja del clérigo encontró en su domicilio un disco duro con numerosas grabaciones y fotografías en las que sometía a todo tipo de actos sexuales a mujeres que aparecían semidesnudas y dormidas por el efecto de algún sedante. Acto seguido, denunció los hechos ante la Policía Nacional de Melilla.
Según ha informado el Cuerpo este lunes, las víctimas pertenecían al círculo de amistades del sacerdote, que habría cometido estas agresiones durante varios viajes que hizo con su grupo de amigos en distintas localidades y fechas. Hasta el momento se le imputan cuatro delitos de agresión sexual y uno contra la intimidad de una quinta víctima.
El investigado fue ordenado sacerdote en 2017. Después, ejerció como párroco en una iglesia de Melilla y, a principios de este año, fue destinado a la Diócesis de Málaga, según han indicado a EFE fuentes de la investigación. El agosto pasado, una mujer que aseguró ser su pareja se presentó en dependencias policiales de Melilla con la copia de un disco duro que contenía fotos y vídeos de mujeres sedadas y a las que un hombre, el sacerdote, realizaba todo tipo de prácticas sexuales. Según manifestó, había visto el contenido del disco duro original y le había hecho una copia para dar cuenta de los hechos a la Policía Nacional.
Los agentes de la UFAM de Melilla, en colaboración con UFAM Central de Madrid, procedieron a la revisión de las grabaciones, en las que por el momento han podido identificar a cinco víctimas. Las mujeres dijeron a los investigadores que desconocían la existencia de las imágenes y tampoco eran conscientes de haber sido víctimas de ningún delito sexual, posiblemente como producto de la sustancia que el sacerdote les habría administrado.
La toma de declaración a las víctimas permitió conocer a los agentes que las agresiones se habían producido de forma continuada en los últimos años y en diferentes localidades, coincidiendo con algunos viajes que el sacerdote organizó con su círculo de amistades.
Con toda la información recabada, la Policía estableció un dispositivo en torno a su domicilio, en la localidad malagueña de Vélez-Málaga, donde finalmente detuvieron al investigado. Después, los agentes practicaron un registro en su vivienda, donde intervinieron diverso material tecnológico que se está analizando en estos momentos. Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó el ingreso en prisión provisional del sacerdote.
No obstante, la investigación continua abierta, ya que a tenor de las imágenes los agentes creen que pueden aparecer nuevas víctimas en las provincias de Melilla, Málaga o Córdoba, lugares donde residió el detenido.