Por: Natalia Villalobos, Marketing Manager Centro América de Yara


El aporte de las mujeres rurales es fundamental en la producción agrícola, seguridad alimentaria y desarrollo de sus comunidades. No obstante, tienen poco acceso a recursos productivos y créditos, requieren de asistencia técnica y capacitación, muy pocas poseen tierras o pocas las tienen registradas a su nombre.

Cada vez más los hogares dependen del trabajo de las mujeres, para cubrir sus necesidades básicas y son ellas las que producen la mayor parte de los alimentos para el autoconsumo. La mayoría de las mujeres trabajan tiempo parcial en actividades como recolección de cosechas o el procesamiento de productos agrícolas, sin embargo, la producción agrícola de gran escala dedicada a la exportación ofrece mayores oportunidades laborales.

Sin embargo, son las mujeres quienes cuentan con menores niveles de educación y menos acceso a seguridad social. En general, en las áreas rurales las mujeres suelen tener una productividad menor a la de los hombres, esto debido a la discriminación que sufren en el acceso a insumos, crédito y educación.

¿Cómo podemos apoyar desde Yara? Es importante apoyar el empoderamiento de las mujeres a través del incremento del nivel de conocimiento y capacitación, así como la oportunidad de lograr conexiones laborales y de networking. La incursión de las mujeres en actividades productivas mejora en el crecimiento económico y en una mejor distribución del ingreso, además de que promueven la educación y bienestar de los hijos, resultando en un impacto que disminuye las brechas de desigualdad en las futuras generaciones

La responsabilidad de mejorar su condición debe ser tanto de la empresa pública como privada, que les facilite ir mejorando niveles de educación, salud y acceso a insumos e incrementar el bienestar de los hogares rurales.

Además, se requiere que la sociedad reconozca la aportación de los pequeños productores, pero también, que valore el trabajo de las mujeres y las reconozca como un grupo estratégico que tiene en sus manos la producción y suministro de alimentos, capaz de lograr la seguridad alimentaria de los países

Centroamericanos, desde nuestra gestión en redes sociales y actividades de campo podemos apoyar garantizando las publicaciones y coberturas de los esfuerzos de las mujeres más destacadas de nuestros países. Como Yara debemos y podemos dar voz a esos casos de éxito, a esas experiencias que nos demuestran que sí se puede, a esas mujeres que valientemente trabajan para crecer junto con sus familia.