El sueño del jugador del Saprissa, Kliver Gómez, era afianzarse en Tibás para tomar una decisión por el bien su papá: retirarlo de la pesca. Sin embargo, ese anhelo se apagó con la repentina muerte del padre.
Según ha trascendido, Klever Gómez falleció debido a un fuerte golpe en su cabeza. Oriundo de Puntarenas, este hombre sacó a su familia adelante con trabajo en el mar.
Su hijo, quien llegó al Saprissa esta temporada, recientemente dijo que este sería el último año de su padre como pescador, pues el se encargaría de mantenerlo para evitarle los peligros que ese oficio conlleva. No obstante, los planes de Dios eran otros…
Cuando el futbolista llego al cuadro morado, no pudo compartir esa alegría con su padre porque se encontraba incomunicado en alta mar. Fue hasta días después que don Klever se enteró de la contratación.
Sin duda, una historia que muestra el rostro de un gran hijo y de un valiente padre.