Redacción: El partido Nueva República anuncia que el proyecto 20.970 no viene a resolver ninguna necesidad particular del país, y asegura que sus jóvenes están en contra.

Aseguran que puesto que no existe denuncia alguna al respecto ni es el resultado de un consenso ciudadano. Es parte de una agenda progresista internacional, que responde a la colonización ideológica del Foro de São Paulo (Grupo de Puebla) y la Internacional Socialista.
Es un proyecto que ambiciona cercenar las voces conservadoras de la sociedad frente a los dilemas, que pudiesen presentar las personas sobre su identidad sexual.
«Como movimiento de Juventud, nos oponemos firmemente al control ejercido por una agenda globalista que pretende limitar, entre otras cosas, la libertad de culto y la autodeterminación de los individuos en nuestro país.» Aseguraron.
Asimismo destacaron que tampoco queremos que a través de este tipo de proyectos se facilite la persecución ideológica por parte de los grupos de izquierda radical, quienes comenzarían a sancionar a los ministros de culto y profesionales de diversas índoles, pero que, luego, podrían escalar hasta los propios padres de familia.
Además aseguraron que confian en el trabajo de la Fracción Legislativa de Nueva República, liderada por el Diputado Fabricio Alvarado, para detener el avance del proyecto mal llamado «terapias de conversión», cuyo objetivo es coartar la libertad de expresión de profesionales de la psicología, pastores, sacerdotes y líderes espirituales.
«Creemos también que, aprovechando la coyuntura que ha significado este nefasto proyecto, el país debe avanzar en otra dirección. Nuestro ordenamiento jurídico ya posee los instrumentos necesarios para denunciar actos de tortura, tratos vejatorios o degradantes; la discusión que proponemos, debería centrarse en impedir que se someta a menores de edad a cualquier tipo de tratamiento hormonal o castración química, bajo el argumento de la «identidad de género». aseguraron.
Este es un abuso infantil en el que estos grupos progresistas sí están de acuerdo, y que ya han anunciado sus intenciones de legalizar.
«Esto último es la mayor muestra de que este proyecto actual de «terapias de conversión», no procura el bienestar de la población LGTB, sino la sanción y persecución de cualquier opositor a la agenda ideológica progresista.» Argumentaron.