• Se busca cerrar portillos que permiten a delincuentes no ser juzgados a tiempo
  • La iniciativa fue aprobada en primer debate por la Asamblea Legislativa

Redacción- El proyecto de ley que pretende juzgar más rápido a los criminales que sean sorprendidos in fraganti, está más cerca de ser una realidad.

Este miércoles, la iniciativa dio un avance importante y fue aprobada en la Asamblea Legislativa en un primer debate.

Se trata del expediente 23.806, que busca cerrar los portillos que permiten que los delincuentes arrestados en el acto, pasen a los juzgados ordinarios.

Los casos de los juzgados ordinarios, llegan a tardar hasta 10 años y con esta iniciativa, los asuntos de delincuentes capturados «con las manos en la masa» serían llevados a cabo en Tribunales de Flagrancia, reduciendo su tiempo considerablemente.

En la actualidad, cuando un caso en los Tribunales de Flagrancia implica una investigación de más 15 días, pasa a los juzgados ordinarios, permitiendo con ello que un delincuente no pueda ser sentenciado en el corto plazo.

Con las modificaciones realizadas, la iniciativa permitirá que cuando haya prueba necesaria y pertinente que necesite ser recabada, los casos de flagrancia puedan ampliarse, evitando así que los delincuentes escapen de sentencias en el corto plazo.

‘‘Los costarricenses están hastiados de los portillos que eviten que un delincuente, que agarran con las manos en la masa, no enfrente la justicia con prontitud. Incluso, personas que ya han delinquido, valiéndose de estos portillos que les permiten pasar a los juzgados ordinarios, están deambulando por las calles mientras esperan recibir sentencia en juicios eternos. Eso es lo que estamos corrigiendo’’, aseguró el diputado Leslye Bojorges.

El socialcristiano finalizó señalando que entre más personas reciban sentencia en los tribunales de flagrancia, el país se acerca más a la justicia pronta y cumplida que solicitan los ciudadanos.

En caso de que esto se convierta en una realidad, se acortarían los tiempos de condenas de ciertos delincuentes y, además, dichos juzgados no estarían tan saturados.