Foto: Coco Roper
Redacción:  Coco Roper, hija de Lynda Díaz, anunció este martes una durísima decisión que tomó en busca de una mejor calidad de vida.
La hija de Linda Díaz lucha desde el 2020 contra el cáncer de cérvix y una sobreirradiación producto del tratamiento contra la enfermedad, que le dejó severos daños en algunos órganos de su cuerpo.
Desde entonces la joven a tenido una lucha constante contra estas secuelas de su enfermedad, la joven relató en un en vivo en su página de instagram que tomó la decisión que le ha costado meses, y se someterá a un transplante de intestinos y de riñón al tiempo. «Son miedos muy difíciles de manejar» Recalcó la joven.

“Había llegado a dos opciones, que eran seguir combatiendo las infecciones como se han estado viniendo, que son constantes y cada vez más difíciles, o intentar lo imposible que es un transparente de intestinos y, después de eso, un trasplante de mi mismo riñón”, dijo Coco.

 

Duró meses en tomar la decisión y el camino que eligió es el de los trasplantes, aunque sabe que serán cirugías experimentales y riesgosas –según dijo– con altas probabilidades de no salir con vida, pues una representa un riesgo de muerte de un 80 por ciento y la otra de cerca de 60 por ciento.
“Por un lado quiero seguir intentando y no estoy lista para despedirme ni darme por vencida, ni soltar a mi hija, pero tampoco sé si la forma en la que me quiero morir es en una mesa operatoria porque un trasplante falló”, dijo.
Según Coco, la decisión de realizarse esos trasplantes la tomó ella junto con un nuevo médico, especialista en nefrología, y Dios.
“Es mucho por procesar, en mi mente da mucho miedo, pero en este momento es el camino que estoy decidiendo tomar. Primordialmente la razón por la que quiero hacerme ese trasplante es porque quiero más tiempo aquí con mi hija, quiero verla crecer, estar a la par de ella cuando más me necesite y, últimamente, parece que estoy más lejos de ella por la cantidad de tiempo que estoy pasando en el hospital”, señaló.
Este miércoles, Coco viajará a Houston con una enfermera para someterse a unos estudios en un centro de cáncer de esa ciudad de Texas, con otro médico que formaría parte del equipo que estará con ella en sala de operaciones al momento del riesgoso procedimiento.