Redacción: Medios internacionales informan que al menos una persona ha sido diagnosticada con gripe aviar en Texas tras haber estado en contacto con vacas lecheras presuntamente infectadas.
El anuncio agrega una dimensión preocupante a un brote que ha afectado a millones de aves y mamíferos marinos en todo el mundo y, más recientemente, a vacas en Estados Unidos.
Hasta el momento, no hay indicios de que el virus haya evolucionado de manera que pueda propagarse más fácilmente entre las personas, según las autoridades federales.
El paciente trabajó directamente con vacas lecheras enfermas, dijo Lara M. Anton, vocera del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas. “Hemos analizado a una decena de personas con síntomas que trabajan en granjas lecheras, y solo una persona ha dado positivo” por el virus, señaló en un correo electrónico.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), el síntoma principal del paciente era conjuntivitis, pero está siendo tratado con un medicamento antivírico y se está recuperando.
La semana pasada, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) anunció los primeros casos en rebaños de vacas lecheras de Texas y Kansas, y unos días después, en otro rebaño de Míchigan. Las pruebas preliminares sugieren que las vacas de Nuevo México e Idaho también pueden estar infectadas.
El virus se ha identificado como la misma versión del subtipo H5N1 de la gripe que circula entre las aves norteamericanas.
Los CDC están trabajando con los departamentos de salud estatales para vigilar a otras personas que puedan haber estado en contacto con aves y animales infectados, informó la agencia el lunes. También instó a la población a evitar el contacto con aves y animales enfermos o muertos, así como evitar la exposición con leche cruda, heces u otros materiales que podrían estar contaminados.
Este es solo el segundo caso de gripe aviar H5N1 en personas en Estados Unidos; el primero se produjo en 2022. Según los expertos, el riesgo para la población en general sigue siendo bajo. Pero las pruebas y análisis se siguen realizando, y hay muchas preguntas sin respuesta.