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Redacción – La Fuerza Pública ha identificado nuevas estrategias empleadas por el narcotráfico para evadir la acción policial en los barrios de San José.

Entre los métodos más recientes se encuentran las acciones de personas conocidas como «campanas», quienes no solo alertan a los vendedores de droga sobre la presencia policial, sino que también han implementado sistemas subterráneos de comunicación.

En el barrio de Sagrada Familia, San José, las «campanas» han instalado una red de cables eléctricos y conectores para celulares a lo largo de las aceras, colocados discretamente al pie de cada palmera. Este sistema permite mantener cargados sus teléfonos móviles, garantizando que estén siempre listos para alertar a los vendedores sobre cualquier movimiento policial en la zona.

Otro método de evasión se observa en el barrio María Reina, Hatillo, donde los gritos de alerta son la norma cada vez que los oficiales de la Fuerza Pública ingresan al área.

Frases como «todo mal abajo», «todo mal», «viene el más rayado» y «no más» son utilizadas por hombres y mujeres para advertir a los narcotraficantes, dándoles tiempo para escapar antes de que la policía pueda intervenir.

En el asentamiento de El Pochote, también en Hatillo, la situación se complica aún más por la geografía del lugar. Las entradas son difíciles de acceder, y los delincuentes utilizan radiocomunicadores de corta distancia, conocidos como walkie talkies, para mantener una comunicación constante sobre la ubicación de los oficiales de la Fuerza Pública.

Además, los agentes del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Fuerza Pública enfrentan obstáculos adicionales en las calles y alamedas de estos barrios, donde encuentran piedras, cuerdas de pescar y cables estratégicamente colocados para dificultar el acceso rápido de los vehículos policiales.

A pesar de estos desafíos, la Fuerza Pública dice que “sigue firme en su misión de combatir el narcotráfico y garantizar la seguridad en los barrios de San José”.