- También realizado por una difícil relación entre el gobierno y Telegram
Redacción- Pavel Durov, fundador de Telegram, ha sido imputado y colocado bajo supervisión judicial por varios cargos, incluyendo «blanqueo de dinero relacionado con una banda organizada», según anunció la fiscal de París, Laure Beccau.
A Pavel Durov se le concedió libertad bajo fianza, condicionada al pago de cinco millones de euros (US$5.56 millones). Además, debe firmar ante la Policía dos veces por semana y no puede salir de Francia. La apertura de una investigación formal no implica culpabilidad ni garantiza un juicio.
La Justicia considera que hay suficientes pruebas para continuar con la investigación, que podría durar años antes de llegar a juicio o ser archivada. La detención de Durov en París ha reavivado el debate sobre la responsabilidad penal de los proveedores de aplicaciones de mensajería y planteado nuevas preguntas sobre la libertad de expresión y la aplicación de la Ley.
La detención de Durov también destacó la complicada relación entre los gobiernos y Telegram, que tiene cerca de mil millones de usuarios.
¿Quién es Pavel Durov?
Pavel Durov, de 39 años, es conocido como el «Mark Zuckerberg ruso» por su perfil tecnológico, fortuna y edad. Fundador de VKontakte, la mayor red social de Rusia, y de Telegram, una de las plataformas de comunicación más utilizadas globalmente, Durov es un destacado ícono tecnológico y empresario. Su fortuna personal, según Forbes, alcanza los US$15.500 millones. Sin embargo, el fin de semana pasado, fue detenido en París, tras el aterrizaje de su avión privado, acusado de no impedir el uso delictivo de Telegram.
La Investigación
Las autoridades francesas emitieron una orden de arresto contra Pavel Durov en el marco de una investigación por fraude, tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero, promoción del terrorismo y abuso sexual infantil. Los investigadores alegan que Durov es cómplice de estos delitos por negarse a moderar el contenido de Telegram. En respuesta, Telegram afirmó que cumple con las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales, y que su moderación de contenidos sigue los estándares de la industria y está en constante mejora.
Telegram defendió a su CEO, Pavel Durov, diciendo que «no tiene nada que ocultar y viaja frecuentemente por Europa». El comunicado calificó de absurdo responsabilizar a una plataforma o a su propietario por los abusos cometidos en ella y expresó su esperanza en una pronta resolución. Su abogado, Dmitry Agranovsky, comparó las acusaciones con culpar a un fabricante de automóviles por el uso del vehículo en delitos, llamando a la detención «absolutamente ridícula» y un ataque a la libertad de expresión.
