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(III Parte) SAFI-BCR: una administradora muy celosa

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  • Cuando se invierte para obtener rendimiento
Por Adrián Marrero Redondo

En esta serie de reportajes que hemos estado haciendo sobre la administración de la SAFI-BCR y cómo se conforma de tres partes como son los inversionistas, quienes colocan su dinero; los desarrolladores que venden inmuebles, quienes compran bienes, los mejoran y luego obtienen ganancias, como cualquier acto de comercio, puro y simple y luego está SAFI que sirve de intermediario financiero.

Un ejemplo para ilustrar cómo invierten los desarrolladores es el Parque Empresarial del Pacífico (PEP), que es una muestra de cómo se adquiere un bien a un precio, se mejora y luego se vende a un costo superior, recuperando lo invertido y de paso obteniendo una ganancia.

Esa zona hoy tan importante para las exportaciones y las importaciones, originalmente era un terreno montañoso, pero con una ubicación clave, un sitio estratégico para la importación y exportación de productos, ya que se ubica muy cerca del Puerto de Caldera.

El empresario visualizando un negocio importante compró esa montaña en 16 millones de dólares y comenzó a invertir para mejorarla. Lo primero que hizo fue realizar el movimiento de tierra, pero que además tenía una parte importante de roca. La maquinaria contratada para esa nivelación logró mover 3 millones cúbicos de material.

Una vez nivelado el terreno, se empezó a invertir en la construcción de infraestructura especialmente bodegas de almacenaje, que precisamente requieren las empresas para sus exportaciones e importaciones en esa zona, ya que les abarata el transporte principalmente.

La infraestructura además, contempló todos los servicios, como agua potable, electricidad, internet y hasta mejoramiento de vías, para el fácil transporte, ya que tiene acceso por calle municipal y carretera nacional.

El parque empresarial fue adquirido por SAFI-BCR, por la suma de 70 millones de dólares, buen negocio, pues antes de la pandemia tenía el 100% de las bodegas ocupadas, según un informe del BCR y publicado por AM Prensa.

Con la pandemia como era de esperar los alquileres bajaron, pero aunque disminuyeron también los ingresos, nunca generó pérdidas para el BCR de acuerdo al mismo comunicado que nos enviaron en junio de este año y además el vendedor cumplió con sus compromisos de rentas garantizadas muy apesar de la pandemia incurriendo en gigantescos gastos no previstos en el negocio.

A pequeña escala, el ejemplo, sería esas personas que compran vehículos a bajo precio, los pintan, mejoran mecánicamente, les ponen llantas nuevas y los venden a un valor mayor del que compraron para recuperar la inversión y obtener alguna ganancia. Solo que en el BCR-SAFI el negocio es muy sofisticado, porque existen muchos controles como peritajes, avalúos, estudios del negocio y otros análisis de fondo, para garantizar que sea un éxito.

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