Redacción – El traslado del Centro de Comunicaciones del Servicio Nacional de Guardacostas al Servicio de Vigilancia Aérea ha marcado un importante avance en la lucha contra el crimen organizado en Costa Rica, resalta el Ministerio de Seguridad.
Según explica el ministerio, este movimiento busca fortalecer la coordinación entre las distintas fuerzas policiales del país, mejorando tanto la reacción ante alertas como la planificación de acciones preventivas.
Durante mucho tiempo, el Centro de Comunicaciones del Guardacostas operó de manera aislada del resto de las unidades policiales especializadas, a pesar de que las operaciones para interceptar embarcaciones sospechosas de narcotráfico requerían frecuentemente del apoyo de Vigilancia Aérea y la Policía de Fronteras.
Ahora, con la integración de estas fuerzas en un solo centro de operaciones, la eficiencia operativa y la respuesta inmediata ante situaciones aseguran que han mejorado notablemente.
Esta unificación “no solo facilita el trabajo conjunto de las diferentes unidades policiales, sino que también fortalece la capacidad de respuesta a informaciones y alertas provenientes de países socios en la lucha contra el narcotráfico”.
Además, permite brindar un apoyo más ágil y efectivo a los cuerpos policiales en sus investigaciones.
El nuevo sistema de comunicación integrado también mejora la capacidad para establecer acciones preventivas, permitiendo que los cuerpos policiales interactúen en tiempo real en el análisis de la información, lo que facilita la planificación y ejecución de operaciones conjuntas.
“La experiencia internacional ha demostrado que la mejor forma de combatir el crimen organizado transnacional es mediante la integración y cooperación entre las distintas fuerzas de seguridad”, explicaron en un comunicado.
En el caso de Costa Rica, la fusión de unidades especializadas, con responsabilidades en áreas como fronteras, cuerpos de agua, aire y puertos, es crucial.
Estos son precisamente los puntos estratégicos utilizados por el crimen organizado para el tráfico de drogas, lo que hace vital la coordinación entre las fuerzas policiales para frenar estas actividades ilícitas.
