Redacción – En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, un análisis realizado por expertas de la Universidad Nacional (UNA) reveló un dato alarmante: los 28 femicidios reportados en 2020 representaron una pérdida potencial de 922 años de vida de las mujeres asesinadas.
Este cálculo se basa en la expectativa de vida de las víctimas y refleja el impacto devastador que tienen estos crímenes, no solo en las familias y comunidades afectadas, sino también en el desarrollo social y humano del país.
Por su parte, el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial informó que, hasta el 13 de noviembre de este año, se habían registrado 70 muertes violentas de mujeres en Costa Rica.
Esta cifra incluye casos de femicidios y otras formas de violencia extrema.
Las instituciones y organizaciones que trabajan por la erradicación de la violencia contra las mujeres destacan que, más allá de las cifras, estos crímenes representan una violación grave a los derechos humanos y un recordatorio de la necesidad urgente de fortalecer las políticas públicas de prevención, protección y acceso a la justicia.
El informe de la UNA busca visibilizar las consecuencias de los femicidios no solo desde una perspectiva de justicia, sino también desde un análisis del impacto social y demográfico que generan.
Según expertos, abordar este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto entre el Estado, la sociedad civil y los ciudadanos para construir un entorno seguro y equitativo para las mujeres.
La conmemoración del 25 de noviembre recuerda la lucha por eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres, un desafío que sigue siendo prioritario en Costa Rica y el mundo.