Redacción – El país sin duda se encuentra consternado por el trágico accidente aéreo, ocurrido la tarde del lunes.
Las autoridades han confirmado la identidad de las cinco personas fallecidas, un hecho que ha dejado una profunda tristeza entre familiares, amigos y colegas de las víctimas.
Entre los fallecidos se encontraba el piloto, Mario Miranda Ramírez, de 40 años, un hombre reconocido por su profesionalismo en la aviación. Lo acompañaba la copiloto Ruth Pamela Mora Chavarría, de apenas 26 años, quien soñaba con seguir creciendo en su carrera.
Los pasajeros también perdieron la vida en este siniestro: Gabriela López Calleja Montealegre, de 64 años, una colaboradora con 40 años de servicio en la misma empresa; y Enrique Arturo Castillo Incera, de 56 años.
En medio de esta tragedia, una luz de esperanza permanece: Paola Amador Segura, de 31 años, la única sobreviviente, quien fue rescatada tras más de 12 horas de operación en condiciones extremadamente adversas.
Aunque su estado de salud es delicado, permanece consciente, aferrándose a la vida.
La avioneta, que despegó desde Barra del Tortuguero rumbo al Aeropuerto Juan Santamaría, perdió contacto con los controladores aéreos cerca del mediodía. Horas más tarde, el peor temor se confirmó: la aeronave había caído en una zona de difícil acceso en el Cerro Pico Blanco, donde las condiciones climáticas y geográficas complicaron el rescate.
La última fotografía: un recuerdo imborrable
Antes del accidente, los ocupantes del vuelo tomaron una fotografía grupal, capturando un momento de camaradería que ahora duele recordar.
La imagen muestra a los cinco sonrientes, ajenos a la tragedia que estaba por ocurrir. Para muchos, esta imagen ha pasado a ser un símbolo del inmenso dolor que ahora sienten sus seres queridos, pero también un recuerdo de las vidas llenas de propósito y alegría que llevaron.
Mientras las autoridades continúan investigando las causas del siniestro, el país se une en solidaridad con las familias que enfrentan esta dolorosa pérdida.