Redacción – La astucia de la Policía de Fronteras desarticuló un intento creativo pero fallido de contrabando de licores el pasado viernes en esta localidad fronteriza con Panamá. Durante un operativo nocturno, los oficiales interceptaron un camión en el que dos costarricenses intentaban introducir al país 418 unidades de licor sin pagar los tributos correspondientes.
Los ocupantes del vehículo apostaron por la improvisación para ocultar su cargamento ilegal. Parte de las botellas viajaban escondidas en la cabina del camión, mientras que otras estaban meticulosamente envueltas en ropa sucia dentro de sacos. No obstante, lo más peculiar fue un cajón metálico cerrado con candado, que despertó sospechas inmediatas entre los agentes fronterizos.
Ante la negativa de los ocupantes a entregar una llave para el cajón, los oficiales tuvieron que utilizar herramientas para forzarlo. Al abrirlo, confirmaron sus sospechas: el compartimento almacenaba buena parte de las botellas de licor que se intentaban ingresar al país de manera ilegal.
La ausencia de documentos que acreditaran el pago de impuestos aduaneros selló el destino del cargamento, valorado preliminarmente en unos 700.000 colones en el mercado nacional. La Policía de Fronteras, en coordinación con la Policía de Control Fiscal, procedió a decomisar la mercancía y remitió el caso a las autoridades aduaneras competentes.
Este caso resalta la constante labor de la Policía de Fronteras en la prevención y combate de actividades ilícitas en los puntos limítrofes del país.