Redacción- Durante el año 2024, el Departamento de Gestión de Seguridad Operacional (SMS) de AERIS reportó un total de 38 incidentes de interferencia con luces láser a aeronaves, lo que muestra una disminución respecto a los 46 casos registrados en 2023, pero sigue siendo una cifra preocupante. Este tipo de interferencias, que ocurren mayormente entre las 19:00 y las 22:00 horas, sigue representando un riesgo significativo para la seguridad de los vuelos, especialmente durante las fases críticas de despegue y aterrizaje.
Los modelos de aeronaves más afectados por estas interferencias incluyen el Airbus A320, Boeing 737 y Boeing 767, con las aerolíneas comerciales y de carga siendo las principales víctimas de este tipo de incidentes. Según el análisis realizado, las cabinas de mando y las áreas frontales de las aeronaves son las más impactadas, lo que puede provocar distracción, visibilidad reducida y molestias visuales para los pilotos. En promedio, los efectos de la interferencia se prolongan por 18 segundos, aunque los deslumbramientos y la reducción de visibilidad pueden durar significativamente más, con un promedio de 62.84 y 30.62 segundos, respectivamente.
Este tipo de interferencia pone en peligro la capacidad de los pilotos para tomar decisiones rápidas y precisas en momentos críticos, lo que aumenta la probabilidad de accidentes durante el despegue y aterrizaje. Además, las luces láser en áreas cercanas a los aeropuertos pueden confundir a los pilotos, que podrían interpretar estas señales como indicadores de la torre de control o incluso de otro tráfico aéreo.
En términos de estadísticas, el año 2023 registró la tasa más alta de incidentes en los últimos años, alcanzando 1.08 reportes por cada mil movimientos aéreos, lo que representó un aumento del 52% respecto a 2022. Aunque en 2024 la tasa ha bajado a 0.98, sigue siendo un 38% más alta que en 2022, lo que subraya la necesidad de intensificar los esfuerzos de prevención, especialmente en los primeros meses del año, cuando la incidencia de estos casos es más frecuente.
La Dirección General de Aviación Civil hace un llamado urgente a la ciudadanía para evitar el uso de luces láser o dispositivos similares dirigidos a aeronaves. Según Luis Miranda, subdirector de Aviación Civil, “todo lo que ponga en riesgo la integridad física de una persona y la seguridad de un vuelo es inaceptable”. Además, recordó que los actos de interferencia con aeronaves están sujetos a severas sanciones según la Ley General de Aviación Civil, con multas que pueden alcanzar los 20 salarios mínimos. El Reglamento Aeronáutico Costarricense (RAC02) también prohíbe interferencias ilícitas contra los miembros de la tripulación.
Por su parte, AERIS, gestor del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría (AIJS), está trabajando de cerca con las autoridades locales y organizaciones internacionales para implementar medidas de prevención y concienciación. Juan Belliard, director de Operaciones y Seguridad de AERIS, comentó que la entidad cuenta con un protocolo para notificar inmediatamente a la Policía Aeroportuaria en caso de interferencia láser, lo que permite tomar acciones rápidas para abordar el problema y coordinar con el Servicio de Vigilancia Aérea para identificar la fuente de la interferencia.
Además, AERIS colabora con la Dirección General de Aviación Civil para recopilar datos y evaluar la posible implementación de medidas regulatorias adicionales que fortalezcan la seguridad aérea. Este esfuerzo coordinado busca mitigar el impacto de las interferencias láser y garantizar la seguridad de las tripulaciones, los pasajeros y las comunidades cercanas a los aeropuertos. La colaboración de la ciudadanía es esencial para prevenir este tipo de incidentes que representan una amenaza real para la seguridad de la aviación civil.