- Fue cremada para regresar en los próximos días a Costa Rica.
El cielo recibió a Zoe, la bebé cartaginesa que inspiró a todo un país con su lucha incansable por la vida.
Esta pequeña guerrera, quien viajó a Barcelona, España, para ser operada del corazón, recibió este lunes su último adiós en una ceremonia íntima y cargada de amor.
Zoe fue cremada en medio del silencio y una paz que llenó el corazón de sus padres, Esteban Torres y Gabriela Salazar, quienes agradecieron cada instante vivido junto a su hija.
En palabras de Esteban, ese momento fue uno de profunda paz. Pudieron hablarle, despedirse, agradecerle por tanto amor y pedirle fuerza para enfrentar el dolor de su partida.
“Le pedimos que nos llene de paz, que nos ayude a llevar este dolor tan grande… y le agradecimos por habernos enseñado tanto”, expresó su padre, conmovido.
Ahora, sus padres realizan todos los trámites para regresar con las cenizas de Zoe a Costa Rica para que sus familiares también puedan despedirse. El arribo posiblemente será la próxima semana.
Zoe nació con una compleja condición cardíaca que requirió una serie de cirugías de alto riesgo. Gracias a la solidaridad de miles de personas que se unieron en una campaña de recaudación, se logró reunir más de 30 millones de colones para que pudiera ser trasladada a España en busca de una esperanza.
Fue intervenida por primera vez en noviembre y, pese a las complicaciones, poco a poco empezó a mostrar señales de recuperación. De hecho, ya se preparaban para darle de alta esta semana y regresar a Costa Rica, para luego volver más adelante a una nueva cirugía.
Sin embargo, el viernes pasado, el corazón de Zoe se apagó repentinamente mientras era sostenida en los brazos de su madre. Murió en calma, rodeada del amor que siempre la acompañó.
Hoy, Costa Rica despide no solo a una bebé, sino a una luchadora que, sin saberlo, unió a un país entero en torno a la esperanza, la empatía y el amor más puro.
Su historia quedará grabada en quienes la conocieron, aunque fuera desde la distancia, y su legado seguirá latiendo fuerte en los corazones que tocó.
Descansá en paz, pequeña Zoe.
