Redacción- Un reciente estudio ha destacado que las personas que fueron hospitalizadas debido a un ataque grave de COVID-19 no están completamente fuera de peligro, incluso después de haberse recuperado lo suficiente para regresar a casa.
Según los investigadores, los pacientes que estuvieron hospitalizados por COVID-19 tienen un riesgo significativamente mayor de muerte por cualquier causa durante al menos dos años y medio tras la enfermedad inicial.
El estudio, publicado en la revista Infectious Diseases, también encontró que los sobrevivientes de COVID-19 hospitalizados son más propensos a ser hospitalizados nuevamente. Entre los riesgos más altos se encuentran complicaciones neurológicas, psiquiátricas, cardiacas y pulmonares.
“La COVID-19 tiene un impacto de largo alcance, mucho más allá de la infección inicial”, afirmó la Dra. Sarah Tubiana, investigadora principal del estudio y especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Bichat de París. “Nuestra investigación muestra que los supervivientes hospitalizados siguen enfrentando un mayor riesgo de complicaciones graves meses e incluso años después”, agregó Tubiana, señalando que esto tiene importantes implicaciones para la salud pública.
El estudio siguió a casi 64,000 adultos franceses hospitalizados con COVID-19 entre enero y agosto de 2020, comparándolos con un grupo control de cerca de 320,000 personas que no fueron hospitalizadas por la enfermedad. Durante un seguimiento de hasta 30 meses, los investigadores encontraron que los supervivientes de COVID-19 tenían una tasa de mortalidad más alta que el grupo control, con 5,218 muertes por cada 100,000 años-persona frente a 4,013 en el grupo sano.
Además, los sobrevivientes fueron hospitalizados con mayor frecuencia, con 16,334 hospitalizaciones por cada 100,000 personas-año, en comparación con 12,024 hospitalizaciones en el grupo control. Los pacientes con COVID-19 tenían el doble de probabilidades de ser hospitalizados por problemas respiratorios y un 15% más de probabilidades de necesitar atención por problemas cardiacos. También presentaban un 41% más de probabilidades de ser hospitalizados por trastornos psiquiátricos y un 50% más por problemas neurológicos.
Aunque estos riesgos se redujeron después de los primeros seis meses, los datos muestran que seguían siendo elevados incluso hasta los 30 meses, especialmente en enfermedades neurológicas, respiratorias, insuficiencia renal crónica y diabetes.
El Dr. Charles Burdet, investigador sénior y especialista en enfermedades infecciosas de la Université Paris Cité, subrayó la importancia de estos hallazgos: “A pesar de los avances en el tratamiento, los pacientes con COVID-19 continúan enfrentando un mayor riesgo de complicaciones graves mucho tiempo después de la hospitalización. Esto resalta la necesidad urgente de investigar los mecanismos detrás de estos riesgos a largo plazo y cómo podemos mitigarlos”.
El estudio también hace hincapié en que los riesgos identificados podrían no aplicarse completamente a las personas que fueron hospitalizadas más recientemente debido a COVID-19, ya que los pacientes del estudio fueron infectados antes de la aparición de nuevas variantes del virus.
En resumen, los resultados del estudio sirven como un recordatorio de que la recuperación de una infección grave por COVID-19 no garantiza que los pacientes estén libres de riesgos a largo plazo, subrayando la importancia de seguir monitoreando la salud de los supervivientes y de continuar investigando los efectos duraderos de la enfermedad.
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