• “El presidente Nayib Bukele ha abolido el miedo, el crimen y el terror, afirmó Abadi
  • “Yossi Abadi, no tengo más que agradecerle: por su pasión, por abrazar a nuestro país, por caminar con nosotros y por tornar su mirada y su corazón hacia quienes más lo necesitan”, expresó la canciller Alexandra Hil

Durante una ceremonia oficial encabezada por autoridades del Gobierno salvadoreño, el empresario y cónsul honorario Yossi Abadi fue distinguido con la Orden José Simeón Cañas en grado de Comendador, uno de los más altos honores otorgados por el Estado Salvadoreño, por su compromiso con el desarrollo del país y la promoción de las relaciones exteriores.

En un discurso profundamente emotivo, Abadi destacó el momento que vive El Salvador como un punto de inflexión histórico: Si José Simeón Cañas abolió la esclavitud, el presidente Nayib Bukele ha abolido el miedo, el crimen y el terror, afirmó Abadi ante representantes del cuerpo diplomático, el gobierno y el sector empresarial.

Hoy la libertad no es salir de cadenas físicas. Hoy la verdadera libertad es poder caminar por las calles de este país sin temor, con dignidad y esperanza, agregó Abadi, visiblemente conmovido por la distinción.

Durante su intervención, el diplomático —quien también es reconocido por su labor empresarial y benefica a nivel internacional— recordó cómo ha sido testigo del cambio desde 2017 hasta hoy: No necesito estadísticas. Basta con ver cómo la gente levanta la frente, cómo camina con seguridad, cómo redescubre su propio país como si fuera nuevo. Ese es el nuevo El Salvador.

La ceremonia se llevó acabo en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, emcabezada por la canciller Alexandra Hill, quien impuso la condecoración, elogió el compromiso del cónsul honorario con la promoción de los lazos diplomáticos y su defensa activa de la nueva imagen del país en foros internacionales.

“Yossi Abadi, no tengo más que agradecerle: por su pasión, por abrazar a nuestro país, por caminar con nosotros y por tornar su mirada y su corazón hacia quienes más lo necesitan”, expresó la canciller Alexandra Hill, visiblemente conmovida durante la entrega de la condecoración.

También se destacó el papel clave de la Canciller Alexandra Hill en la transformación de la política exterior salvadoreña. Abadi subrayó que el país ha dejado de ser un espectador en la diplomacia internacional para convertirse en un actor con voz propia.

Su labor no ha sido solo abrir puertas, sino lograr que el mundo quiera cruzarlas. Su liderazgo ha devuelto a El Salvador un lugar digno y respetado en el escenario global, expresó.

Entre los asistentes, se encontraban figuras de la diplomacia y el sector público, quienes celebraron no solo la entrega del reconocimiento, sino también el tono del mensaje. Fue más que un discurso. Fue un testimonio de alguien que ha vivido de cerca la transformación de este país y que cree en su futuro, comentó uno de los presentes en el acto.

Abadi también compartió anécdotas personales sobre la nueva percepción del país, tanto desde la mirada internacional como desde la vivencia cotidiana. “Un amigo me dijo que después de 15 años volvió a cenar con su familia en el centro histórico. Antes era impensable. Hoy, los salvadoreños caminan por sus calles como turistas, con asombro, con libertad. Eso es una revolución en sí misma”, relató.

La Orden José Simeón Cañas fue establecida para reconocer a figuras nacionales e internacionales cuyo trabajo se alinea con los principios de libertad, justicia y progreso social. En ese marco, la distinción otorgada a Yossi Abadi responde a su compromiso sostenido con el desarrollo integral de El Salvador.

A través de acciones concretas, ha contribuido al fortalecimiento del sistema educativo —poniendo a disposición plataformas de aprendizaje del inglés y promoviendo becas universitarias—, al tiempo que ha ofrecido apoyo humanitario en momentos de emergencia con donaciones de insumos de primera necesidad y alimentos.

A lo largo de los ultimos años, su visión social, orientada a tender puentes para la generación de oportunidades, ha representado un aporte valioso para distintos sectores de la sociedad salvadoreña.

Para Abadi, recibir esta distinción no es solo un honor, es una responsabilidad. Al finalizar su discurso, aseguró: El Salvador ya no es un país que espera su redención. Es un país que la está construyendo con esfuerzo, propósito y coraje. Las grandes transformaciones sí son posibles, solo se necesita valor.

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