Redacción – El Parlamento de Australia acordó la legalización de los matrimonios homosexualesmediante una histórica ley que entrará en vigor el sábado y que permitirá celebrar estas uniones a principios del 2018.

La reforma a la Ley del Matrimonio de 1961 -que fue modificada en 2004 para precisar que esta unión es exclusiva entre una mujer y un hombre-, fue aprobada en la Cámara Baja con solo cuatro votos en contra, una semana después de recibir el visto bueno del Senado.

El Parlamento no precisó el número de apoyos, la práctica habitual cuando son menos de cinco votos en contra.

«¡Qué día, qué día para el amor, la igualdad y el respeto. Australia lo hizo!», dijo el primer ministro australiano, el conservador Malcolm Turnbull, antes de la votación que unió a oficialistas y opositores tras un intenso debate en el que se rechazaron varias enmiendas que abogaban por el derecho a oponerse a la ley atendiendo a las libertades de credo.

«No se trata de mí ni de los 150 miembros del Parlamento. Es sobre los australianos y Australia y la gente LGTBIQ (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales y «queers»), sus familias y sus parejas. Les decimos que los amamos y somos iguales», dijo a las afueras del Parlamento el líder laborista, Bill Shorten.

Tras la votación, la euforia inundó el Parlamento, en donde los legisladores se abrazaron arropados con algunas banderas arcoiris, símbolo de la diversidad sexual, y algunos entonaron la emblemática canción «We are Australian» («Somos australianos»), que sonaba desde las galerías, rompiendo el protocolo.

Fuera del Legislativo, se unieron a las celebraciones activistas, artistas, el ex campeón olímpico de natación Ian Thorpe y hasta Christine Forster, la hermana lesbiana del ex primer ministro Tony Abbott, notorio opositor al matrimonio homosexual.

La aprobación en la Cámara Baja, el último escollo legal, abre paso a la ratificación protocolaria del matrimonio homosexual por el gobernador general, antes de que entre en vigor esta semana.

«La reforma histórica entrará en vigor el sábado 9 de diciembre de 2017», explicó en un comunicado el fiscal general de Australia, George Brandis, al referirse a la medida que convierte al país oceánico en la vigésimo quinta nación en legalizar las bodas gays.

A partir del sábado, las parejas del mismo sexo podrán notificar su intención de contraer matrimonio con un plazo de un mes antes de la ceremonia.

Los matrimonios que se han realizado en el exterior del país serán reconocidos de forma inmediata.

La reforma, que fue impulsada por el senador liberal moderado Dean Smith, permite que «las organizaciones religiosas puedan actuar según sus doctrinas, dogmas y creencias en la dotación de instalaciones, bienes y servicios en relación con los matrimonios», acotó Brandis.

El debate en el Parlamento, que estuvo marcado por las emociones personales de los legisladores e incluso provocó una pedida de mano por parte del liberal Tim Wilson a su pareja, se dio después de la celebración de un sondeo postal que no era obligatorio ni vinculante.

Esta encuesta fue convocada por el primer ministro en cumplimiento de una promesa electoral tras fracasar sus intentos para que el Parlamento aprobase un referendo sobre la materia que encontró la oposición de los laboristas y el Partido Verde.

Los detractores de la consulta popular argumentaban que era costosa e innecesaria dado que las campañas expondrían a los miembros de la comunidad LGTBIQ, especialmente los más jóvenes, y a sus familias, a agresiones y discursos de odio.

La encuesta postal resultó en un sí de más del 61 por ciento de los ciudadanos que expresaron su opinión, lo que abrió paso al debate en el Parlamento.

«Quiero dedicar la victoria del día a un grupo especial y ese es el de los jóvenes australianos LGTBIQ, que en sus trabajos o en su escuelas tienen una vida más dura. Déjenme decirles: ustedes están bien, todo estará bien y es un gran país para crecer y ser un LGTBIQ australiano», recalcó Dean a periodistas.

Con información de Infobae.