Redacción. Las rencillas narco están al rojo vivo en diferentes puntos de la capital. Ser el amo y señor del tráfico local de drogas generó una mortal disputa que suma decenas de muertes.
El último en ser asesinado fue el nicaragüense Irving Alejandro Guido Toruño, de 28 años y alias El Gringo, un temido narcotraficante que en los últimos meses se enfrascó en una lucha contra quienes una vez fueron sus socios y amigos.
Las investigaciones judiciales apuntan a que otro nicaragüense, apodado El Tío, fue quien ordenó la tortuosa muerte de su coterráneo.
El Tío es otro narcotraficante del sur de San José que opera principalmente en Alajuelita, pero que, poco a poco, ha ido expandiendo sus ventas de drogas por otras parte de San José.
Uno de los lugares en los cuales incursionó fue Pavas, un territorio que El Gringo tenía tomado. Esa disputa de territorio fue la que desencadenó una serie de homicidios en San José, entre ellos los seis de la semana que recién finalizó.
Exsocios. Las pesquisas revelan que tanto El Gringo como El Tío formaron parte de una sola organización que lideraba Marco Antonio Zamora Solórzano, alias El Indio, un poderoso narcotraficante que la policía detuvo por tráfico de drogas y homicidios y fue condenado hace casi tres años a 70 años de cárcel.
La caída de El Indio provocó que toda aquella estructura se fragmentara y emergieran nuevos narcos que buscaban apoderarse de aquel mercado que quedaba. Fue a partir de ese momento que El Gringo se dividió de quienes una vez fueron sus amigos para buscar ser el jefe.
Otro que intentó despegar fue Luis Angel Martínez Fajardo, alias Pollo, a quien El Gringo menciona en una grabación en la cual amenaza de muerte a otros narcos. Sin embargo, Pollo se vio obligado a huir a Nicaragua porque aquí lo querían matar y allá fue detenido por las autoridades de ese país por cargos de narcotráfico.
La policía era consciente de que aquella detención de El Indio, en el 2013, desencadenaría toda una guerra narco. No obstante, no podía dejar en libertad ese narco que tenía incluso conexiones internacionales.
Ahora, todo a punta a que El Tío es el dueño del mercado de droga en San José y, al igual a los demás, no lo piensa dos veces para mandar a ejecutar a un rival.
En Pavas también existe otra agrupación fuerte que es liderada por una mujer, alias La Diabla, quien en el pasado ha estado en prisión.
Sin duda, esta realidad que afronta el país es todo un reto para las autoridades.