Redacción – La presidenta de Croacia Kolinda Grabar-Kitarovic, se roba los aplausos y los reflectores en Rusia. La mandataria balcánica no le ha perdido el rastro a sus seleccionados en la justa universal.
Hay aficionados del Mundial de Rusia que no han pasado desapercibidos ante los ojos del mundo. Una de ellos es la presidenta croata, a quien veremos de nuevo este domingo en la final de su nación contra Francia.
La presidenta croata se ha ganado las simpatía de muchos seguidores del resto del mundo por su pasión al deporte rey y respaldo a sus guerreros en la justa mundialista, que podría ver coronada por primera vez al pequeño país balcánico.
Kolinda viajó a Rusia en clase económica, vio desde la grada como cualquier otro aficionado el juego de octavos contra Dinamarca.
Además, no se se guardó nada a la hora de levantarse en el palco para celebrar un gol en cuartos mientras el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, miraba de cerca.
Grabar-Kitarovic se perdió el partido de semifinales frente a Inglaterra porque debió asistir a la cumbre de la OTAN en Bruselas, Bélgica, pero no perdió la oportunidad para promover a su selección en dicho evento.
La mandataria pretende promover el uniforme ajedrezado de su país, por todo el mundo para que en todos los rincones del planeta se den cuenta del conjunto balcánico que hace historia en Rusia 2018.
Grabar-Kitarovic, de 50 años, se convirtió en 2015 en la primera mujer presidenta del país balcánico. Es miembro del partido conservador HDZ (Unión Democrática Croata) que luchó por la independencia de la nación de la antigua Yugoslavia en 1991.
Croacia consiguió este miércoles 11 de julio el pase para la final por primera vez en su corta historia tras ganar 2-1 a Inglaterra en la prórroga.
En el pequeño país balcánico de poco más de cuatro millones de habitantes el éxito de la selección ha sido celebrado con grandes fiestas callejeras, dónde brota la alegría y sobretodo mucha cerveza.
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