Redacción- Un reciente Estudio Nacional de Nutrición “Entendiendo los hábitos de alimentación y las deficiencias nutricionales de los costarricenses”, realizado por IPSOS para la compañía Nestlé en el país, revela que Costa Rica tiene los niveles más bajos de desnutrición de la región Centroamericana , con solo el 1% de su población.
En contraposición, es el segundo país centroamericano con mayores tasas de sobrepeso y obesidad en su población general, con porcentajes del 60.4% y 24.3%, respectivamente.
La reducción de la desnutrición se relaciona con diferentes factores, entre estos, el esfuerzo país en favor de la fortificación de alimentos.
Como resultado, Costa Rica es el país con el programa de fortificación de alimentos más completo de Centroamérica, gracias al cual, productos de la canasta básica, como la sal, el azúcar, la harina de trigo y maíz, el arroz y la leche deben estar fortificados.
Según este informe, la fortificación de alimentos tuvo impactos concretos en la salud de los costarricenses:
– La mortalidad infantil por anencefalia y espina bífida disminuyó después de la fortificación con Ácido Fólico, en la década de los 90´s.
– Disminuyó el déficit de vitamina A, Hierro y Yodo en los niños menores de 5 años.
– Bajó la carencia de Hierro y Ácido Fólico en mujeres embarazadas y en edad reproductiva.
En contraste con estos buenos resultados, hoy el país enfrenta otro reto nutricional. Se estima que más del 60% de la población costarricense tiene sobrepeso, es decir que su cuerpo tiene más grasa corporal de la que se considera como saludable.
Para Patricia Vial, gerente de nutrición, salud y bienestar de Nestlé Centroamérica, lo sucedido en Costa Rica es la tendencia en la mayoría de los países latinoamericanos. “Los consumidores pasaron de la desnutrición, producto de una alimentación muy básica y hasta escaza, basada principalmente en granos, frutas y verduras, muchas veces cultivados en el mismo hogar; a una ‛malnutrición’, caracterizada por el consumo excesivo de alimentos altos en grasa y azúcares añadidas”, explica Vial.
Algunos de los factores que se asocian al aumento del sobrepeso y la obesidad en la población nacional son:
– Los ticos tienen una dieta rica en carnes, arroz, granos y huevos. Las verduras y frutas son consumidas en menor proporción.
– En relación con el consumo de carne, el 42% de los encuestados la preparan frita.
– Menos de la mitad de los costarricenses realiza las meriendas recomendadas entre comidas.
– El 56% de los ticos consultados comieron en restaurantes de comida rápida durante los últimos 30 días.
El riesgo de la desinformación. Otro de los factores que incide negativamente en los hábitos de alimentación de los costarricenses es la falta de conocimiento sobre una adecuada nutrición.
Solo, alrededor del 20% de las personas consultadas, visitó un especialista en nutrición durante el último año. Además, cuatro de cada diez costarricenses no leen la información nutricional de los productos y dos terceras partes afirmó no entender el contenido de las etiquetas nutricionales por completo.
Los costarricenses, también, afirman desconocer los beneficios y la fuente de nutrientes esenciales. Casi la mitad de los entrevistados no pudo mencionar el nombre de más de una vitamina o nutriente.
Por ejemplo, los beneficios y alimentos que contienen Vitamina C son muy conocidos. Sin embargo, del 75% de las personas consultadas, casi la mitad no sabe para qué sirve el Ácido Fólico y dos terceras partes no sabe en qué alimentos se encuentra. La mayoría de la población, también, desconoce información sobre nutrientes básicos como el Zinc y el Yodo.
La principal consecuencia del sobrepeso y la obesidad es la generación de enfermedades crónicas no transmisibles con alteración del centro metabólico, como diabetes, padecimientos cardiovasculares, colesterol, triglicéridos y afectación de órganos internos (hígado graso).
En línea con su propósito global de mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable, Nestlé ha creado el sitio web www.nestlé.agustoconlavida donde las personas pueden obtener guías nutricionales, información sobre cómo leer correctamente las etiquetas nutricionales de los productos y hasta recetas saludables y
prácticas para armar un menú familiar.