Redacción- Los industriales realizan  el Tercer Foro Nacional de energía biomásica y solar, en el que se analiza y se profundizará en las distintas visiones y aportes para lograr una hoja de ruta para que estas nuevas alternativas energéticas, tanto en electricidad como en combustibles, se conviertan en factores que apoyen la competitividad del país.

Carlos Montenegro, subdirector de la Cámara de Industrias de Costa Rica señaló que las tarifas eléctricas y de combustibles son dos de los principales factores que afectan la competitividad y definitivamente el sector industrial requiere energías alternativas a precios competitivos. Datos que se reconfirmaron con los resultados del reciente estudio anual “Perspectivas empresariales y Valoración de Factores de competitividad del sector industrial, 2019”, que realizó por décimo año consecutivo.

“El país tiene oportunidades en muchas energías como la solar, geotérmica, pero también en biomasa y biocombustibles, por lo que hay que analizar las potencialidades y la mejor forma de incorporarlo en la matriz energética. Recientemente, el gobierno ha lanzado la estrategia de descarbonización, pero la estrategia requiere acciones concretas. Desde la Cámara de Industrias apoyamos que la producción e industrialización de los biocombustibles pueda desarrollarse a través del sector privado y que RECOPE realice la mezcla, pero no como se pretende en los proyectos de ley  involucrando a RECOPE en producción e industrialización”, agregó Montenegro.

El tema de los combustibles

En el sector de los combustibles, Costa Rica ha dependido de la importación de combustibles derivados del petróleo de donde viene más del 60% de la energía que consume el país, concentrado en gran parte en el transporte. Sin embargo, pese a que Costa Rica solo aporta el 0,03% de las emisiones del planeta, a juicio de los industriales, se quiere ir a extremos como prohibir la exploración y explotación de gas natural y petróleo en el país.

Adicionalmente, se discute en la Asamblea Legislativa el proyecto 20.641 “Ley de Combustibles”, Ley para avanzar en la eliminación del uso de combustibles fósiles en Costa Rica y declarar el territorio nacional libre de exploración y explotación de petróleo y gas natural. Proyecto que entre otras cosas, pretende ampliar el ámbito de acción de RECOPE a los biocombustibles y otras energías químicas alternativas. Los industriales han señalado que su principal preocupación es la competitividad, pues si las empresas no cuentan con insumos competitivos internacionalmente, su capacidad de producir y colocar productos en el mercado se compromete.

“Nos preocupa la insistencia para que RECOPE al mejor estilo de CODESA, pueda abrir nuevas empresas para producir e industrializar biocombustibles y otros combustibles, que hoy no están en el monopolio de RECOPE. No nos oponemos a las mezclas, pero no vemos un interés en abrir a la competencia de productores locales el suplir de los biocombustibles que se desean mezclar”, explicó Montenegro.

“Lo que no compartimos es facultar  a RECOPE para hacer actividades de producción  e industrialización de biocombustibles, ¿qué garantía tenemos de que no nos ocurra lo que pasa con el sector eléctrico?  que después de haberse realizado las inversiones y costos, ARESEP se vea presionada a tener que aceptar precios de los biocombustibles  y que finalmente, en lugar de solucionar el problema de competitividad aumenten los precios locales de los combustibles, que ya hoy con los impuestos son de los más caros de Centroamérica. Sería como reabrir CODESA 2.0”, agregó Montenegro.

El caso eléctrico

“En el caso del sector eléctrico, hemos experimentado una presión por el aumento constante de tarifas eléctricas, aumentos que tienen múltiples raíces: problemas de una rectoría débil y  altos costos operativos y de inversión en proyectos, etc que presionan el aumento de las  tarifas. A esto se le une que tenemos el doble de potencia instalada sobre la demanda máxima de potencia del país, así como la construcción de proyectos de generación eléctrica con un costo que ha duplicado también la inversión planeada como fue el caso del Proyecto Hidroeléctrico Reventazón u otros proyectos que el mismo ICE ha reconocido lo poco rentables que serían para el país como sucedió con el Proyecto Hidroeléctrico Diquis”, señaló Montenegro.

Por ello, la Cámara de Industrias además de acudir a las audiencias públicas con ARESEP, también se ha acercado al Ministerio de Ambiente y Energía, para realizar propuestas que colaboren con el sector eléctrico, pero en especial con medidas que puedan bajar las tarifas eléctricas.

Ante la disrupción tecnológica, en la que el consumidor puede autogenerar la electricidad que requiere, si las empresas eléctricas se confían en que ARESEP con su metodología tarifaria, les va a seguir realizando aumentos de tarifa para cubrir sus costos operativos y su pago por las inversiones, podría ver aún más lento el crecimiento de la demanda o incluso decrecimientos de la demanda, como ya se han dado. De no tomar medidas para bajar las tarifas, se alimenta un círculo vicioso, que motiva a los consumidores a buscar otras opciones como la autogeneración.