Redacción – El delantero tico, Ariel Rodríguez,aseguró desde suelo tailandés que desea su revancha en La Sele, debido que en el pasado no contó con la regularidad que esperaba.
Rodríguez conversó con el programa 120 minutos de Radio Monumental, donde se refirió de su aventura en el fútbol de Tailandia y de la situación que pasó en proceso anterior con La Sele.
El atacante de 29 años vive su tercer año en el fútbol de Tailandia, donde vive al lado de su familia que ha sido un soporte enorme para su gran desempeño en suelo asiático.
Ariel se ha adaptado de gran forma al fútbol asiático, debido que actualmente milita en el PTT Rayong, un club con menores reflectores que su anterior equipo donde militó dos años, Bangkok Glass.
Su anterior club perdió la categoría y con el afán de evitar jugar en la segunda de Tailandia se marchó al PTT Rayong, que logró ascender en el presente año y fichó al tico como uno de sus referentes.
Su buen papel en el fútbol tailadés lo llevó a La Sele en el proceso anterior, pero a pesar de viajar miles de kilómetros, nunca vio los minutos que deseaba.
El tico prácticamente le daba la vuelta al mundo con la misión de vestirse con los colores patrios, a pesar de que cuando jugar ni un solo minuto en ocasiones, el quiere su revancha en la Tricolor.
«No he tenido la oportunidad de hablar con ningún miembro de La Sele, después de mi última convocatoria en el juego eliminatorio contra Honduras, no tuve más comunicación con nadie.
Tengo una espina en la selección, yo creo que las veces que juegue lo hice bien, aporte para cumplir objetivos que yo tenía, pero por otras causas, no se cuáles, no se me dio mucha oportunidad.
Quiero demostrar más en la selección. Quiero mi revancha, no quiero sonar agrandado y yo los minutos que me dieron los aproveché. Me faltaron más minutos para ver si yo podía seguir o no.
Siempre que fui me esforcé, le di 700 vueltas al mundo para llegar a selección, nunca puse una excusa y eso es lo único que me tiene intranquilo, pero yo sueño con estar en La Sele».Foto: PTT Rayong.
El ariete reveló sus amargos momentos al viajar a nuestro país y no contar con la regularidad que esperaba, debido que su ilusión nunca se apagó, a pesar del extenso viaje que hacía.
«Solo mi esposa me entendía, yo era el hombre más feliz del mundo cuando me llegaba la convocatoria, no me importaba las horas y no me importaba nada.
El regreso para mí era lo peor, porque siempre tuve problemas con mi club, Bangkok Glass, eso fue me hizo cambiar de club, el descenso y todos los problemas que tenía por ir a la selección.
Ellos no les gustaba, yo venía indispuesto porque ellos estaban enojados y no me iban a mandar el carro a recogerme en el aeropuerto, tenía que agarrar un taxi e irme para mi casa.Foto: Fedefútbol.
Era muy duro, son cosas que uno nunca cuenta y nadie sabe. Tuve varios juegos para jugar, pero por diversas razones no vi acción. Los dueños me hablaban para que iba a selección.
De hecho cuando volví de Saprissa y me comentaron: Todo el esfuerzo que usted hizo y no lo llevaron al mundial. Me sentía impotente».
El delantero no se rinde y no pierde las esperanzas en estar presente en el combinado nacional, debido que defender a Costa Rica es su sueño desde niño.
