Reos mientras cometían estafas en cárceles

Minor Araya Salguero

*Criminólogo – Exjefe OIJ


¿Qué nos pasa como sociedad?

«Insólito: Casi al estilo de un «call center», privados de libertad estafan desde la cárcel» (Telenoticias)

¿Porqué nuestras autoridades, por años, engañan a una sociedad tan buena como la costarricense…? Los malditos demagogos, tratando de quedar bien a no se quien, por un puesto u oportunidad, gritan a los cuatro vientos lo que los ticos queremos escuchar cuando, por otro lado, o no hacen nada o lo hacen negligentemente.

Hoy, en Tiquicia, le es más difícil a un buen tico tributar, que a uno malo estafar al bueno estando en prisión. ¡es una vergüenza nacional!

Lo más sorprendente y, hasta denigrante – tal cual comenté hoy con periodistas de Horizontes y Noticias Repretel – estos tipos, este tipo de reos (¡privados de libertad!) hasta formalizan franquicias de su «giro de ilícito negocio» gracias al sufrimiento ajeno ¡lo pueden creer…! ¡increíble…!

¡Ya basta! Si yo, que soy un diminuto punto en un gran mantel de cinco millones, lo presumo, imagínense lo que saben aquellos, si, aquellos a los cuales les pagamos de nuestros impuestos para que nos protejan de estas lacras que a diario hacen grave daño a nuestra parte honesta y trabajadora de la sociedad costarricense

Nuestro Ministerio de Seguridad Pública, Nuestra Policía Judicial y nuestro Ministerio Público debe, ¡por Dios!, debe gritar a los cuatro vientos aquello que no sirve, aquello que nos está haciendo grave daño; no andar con rodeos y eufemismos ya que, lo que hoy podemos determinar es digno de un profundo sentimiento de vergüenza como país. ¡Basta de pusilanimidad…!

Esta vergüenza nacional requiere de una respuesta inmediata y fuerte. Nuestro sistema de encierro requiere algo más que una profunda reingeniería, requiere despidos que representen vergüenza pública a aquellos «funcionarios públicos» que no han hecho su trabajo correctamente, tal cual se le paga, iniciando por la persona responsable del Ministerio de Justicia y, hacia abajo en la cadena de mando.

Basta de «mis chiquitos»; son violadores, traficantes, asesinos, estafadores y ladrones, basta de esta gran falacia que, durante años a través de los medios de comunicación, le han vendido a su patrono, el noble pueblo.

1 COMENTARIO

Comments are closed.