- Ella entró por el puesto fronterizo norte
Redacción – La mujer nicaragüense contagiada con Covid-19 en Juan Viñas de Jiménez en Cartago, a quien llamaremos «María» para proteger su identidad, cuenta los tensos momentos que ha vivido desde que ingresó a Costa Rica de forma legal.
María ya tenía la residencia costarricense y vive en Costa Rica con su esposo, pero ella, antes de la pandemia, constantemente salía hacia Nicaragua y regresaba por motivos laborales.
Su esposo trabaja en Costa Rica y ella tenía empleo en Nicaragua, además que allá tiene a su hija de 13 años y a su mamá.
Se fue a Nicaragua antes de la pandemia en Centroamérica
María viajó al país vecino el 17 de febrero, tres semanas antes de que se detectara el Covid-19 en Costa Rica.
En Costa Rica se estableció que todo extranjero con condición migratoria regular que salga a partir del 23 de marzo, pierde su estatus.
Ella permaneció allá y no había podido regresar por la pandemia hasta el 22 de junio al medio día, cuando pasó, de forma legal, los puestos migratorios de Peñas Blancas.
«Yo ingresé el lunes por las fronteras, legal. Me hicieron el examen, pero yo estaba bien. Yo pasé y cuando fui a que me sellaran el pasaporte, el último bus se fue y el otro llegaba hasta las 4:00 de la tarde. Yo tenía solo para los pases hasta San José y una compañera con la que venía del viaje me hospedó en su casa. Ella me ayudó con los pases para venir hasta Juan Viñas. Ella me consiguió el dinero para venirme hasta el miércoles en la tarde», contó a AMPrensa.com.
La noticia: positiva por Covid-19
«Cuando yo recibí la noticia, él ya sabía que yo estaba enferma porque a él lo llamaron», dijo María sobre los resultados de la prueba.
María resalta que ella dio en Migración la dirección de la casa donde vive su esposo en Juan Viñas, por lo que no podía pasar el aislamiento por 14 días en otro lado.
Entonces fue cuando se dirigió hasta la casa gracias a la ayuda de su conocida.
«Yo no sabía que yo tenía Covid-19, yo me siento bien, no tengo síntomas. Fue un asombro para mí cuando yo vengo a la casa y mi marido me dice ‘quédese ahí, usted no puede pasar porque dicen que usted tiene Covid-19’. El miedo es que lo corran a él de aquí, la casa es prestada», agregó.
Además, indicó que los especialistas que llevan su caso le externaron la orden sanitaria para permanecer en su recinto hasta que se califique como recuperada.
Acoso y daño emocional
María se encuentra muy bien de salud, pues es asintomática; sin embargo, ha sufrido también daño emocional por el acoso de personas de la zona que llegan a su casa, toman fotografías y la juzgan.
«Yo jamás pondría en riesgo a mi familia. Si yo hubiera sabido que yo tengo eso, yo no vengo», dijo.
Afirma que algunos vecinos les han ayudado con recarga al celular de su esposo, pues ella no tiene.
También les han regalado comida y el doctor que llegó a darle seguimiento le llevó un paquete con alimentos.
Sin embargo, hay otras personas que la han criticado sin conocer su verdadera historia.